El presidente regional de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Jimmy Daccarett, indicó en las últimas horas que después de siete meses de la caída económica por la pandemia del COVID-19, no será fácil la recuperación en Honduras.
Daccarett recordó que ‘también los negocios ahora van a empezar a pelear contra los hábitos, el miedo que ha quedado muy dentro de la gente y aparte que la capacidad económica de las personas ya no es la misma, muchos han perdido sus empleos, muchos han reducido sus ingresos’.
‘Sostenerse estos siete meses de pandemia, hasta ahora ha agotado los ahorros, el endeudamiento está muy pesado para las personas y con los bancos, va haber algo mejor, pero no como lo que indica, podrán abrir 100 por ciento todo y la actividad económica no va a ser la misma’, explicó.
El dirigente de los industriales agregó que ‘en primer lugar, la proporción de las pruebas piloto de agarrar 30 restaurante en Tegucigalpa y 30 en San Pedro Sula es un sectarismo tremendamente manipulable, porque aquí como dicen, aquí se gobierna para clases privilegiadas, porque yo gobierno les tengo temor o yo gobierno tengo simpatía o yo gobierno tengo un montón de cosas de beneficio, pero aquí no se gobierna para la generalidad, para poder desarrollarse’.
‘Honduras es de los países que más impacto negativo tuvo en el manejo que nos ha dejado la crisis con el COVID-19, pero por la mala estrategia, por la mala planificación, por las malas decisiones que se tomaron, porque no se tomaron en conjunto el bienestar común, sino que para unos pocos siempre’, exteriorizó.
El profesional señaló que el Gobierno no ha hecho una verdadera reapertura económica, ‘para reactivación económica, hay mucha tela que cortar y mucho camino para llegar a lo que es la reactivación económica y para eso se necesitan otros tipos de medidas muy fuertes y muy osadas’.