Xi Jinping fue designado de nuevo este sábado presidente de China sin límite al número de períodos que puede estar en el puesto.
El Congreso Nacional del Pueblo, la legislatura china al servicio del gobierno, también nombró a Wang Qishan, aliado cercano de Xi, al puesto de vicepresidente, que solía ser puramente ceremonial.
En el Gran Salón del Pueblo, Xi, Wang y otros funcionarios se turnaron para pasar al atril con el fin de colocar su mano izquierda sobre la Constitución y alzar su puño derecho al juramentar su lealtad a ésta, la patria y el pueblo.
Xi, de 64 años, es considerado el líder chino más poderoso desde Mao Zedong, y el domingo pasado se le dio el derecho de continuar en el puesto indefinidamente, después de que los legisladores eliminaron los límites a los periodos del presidente y del vicepresidente.
Las autoridades chinas defendieron la medida bajo el argumento de que pondrá la presidencia bajo las mismas condiciones que los otros dos puestos principales de Xi: jefe del Partido Comunista y comandante de las fuerzas armadas.
Por su parte, los críticos dicen que el cambio, el cual revoca los límites a los gobernantes de China establecidos en 1982, probablemente derivará en una mayor represión política y posibles luchas internas entre las facciones del partido que intentan promover a sus propios candidatos dentro del sistema cerrado.
Xi asumió el puesto de presidente en 2013, y no ha dicho cuántos períodos adicionales de cinco años planea gobernar. Los medios de comunicación del Estado han afirmado que la suspensión de los límites al período no alterará las condiciones para el retiro del mandatario ni representa una presidencia perpetua, pero no ofrecieron más detalles al respecto.
Se espera que Xi amplíe su campaña contra la corrupción dentro del partido para que incluya a todos los empleados del Estado por medio de la creación de una nueva Comisión Nacional Supervisora.
(Fuente: el Nuevo Herald)