(Sputnik).- Ya se sabe que los microondas pueden producir interferencias y afectar a la señal wifi. El hecho interesa a los científicos y a las personas en general. El ‘youtuber’ Jessie Carabajal nos muestra la potencia de estas ondas gracias a un curioso experimento.
Durante el experimento el joven se sentó al lado del microondas con un ordenador portátil conectado a un dispositivo que analiza redes midiendo el espectro electromagnético en la habitación en tiempo real.
Luego el youtuber sintonizó el dispositivo en una frecuencia de 2,4GHz y puso en marcha el horno.
Como resultado, el ancho de banda de la red en algunos canales sobre la banda de los 2,4 GHz cae de 30-50 mbps a solo 6-7 mbps.
Eso no ocurre en todos los canales, pero de todos modos puede causar caídas drásticas en algunos de ellos. En anteriores pruebas incluso se observó cómo estos perdían el ancho de banda y caían hasta los 0 mbps, explica Carabajal.
Los microondas y los enrutadores utilizan el mismo tipo de energía electromagnética y operan sobre la banda de los 2,4 Ghz. Pero los primeros emiten su radiación con una energía mucho más superior.
La mayor parte de los hornos normalmente tiene una potencia de aproximadamente 1.000 vatios. A su vez, los enrutadores casi no superan los 100 milivatios. O sea, necesitaríamos alrededor de 10.000 dispositivos de este tipo situados en el ángulo correspondiente sobre una gran antena parabólica para que pudiéramos cocinar algo mediante sus emisiones.
Los microondas emiten su radiación para calentar la comida dentro de una jaula de Faraday, pero este contenedor no es perfecto y normalmente se observan filtraciones por la puerta, lo que es suficiente para producir interferencias que afectan al wifi.
Si nuestros dispositivos electrónicos han sido conectados cerca de un microondas y no podemos ponerlos en otro lugar, es aconsejable conectarlos a la banda de 5 GHz, que, según el experimento, no se ve afectada por la actividad del horno.