El presidente Juan Orlando Hernández anunció hoy que el uso de mascarilla será obligatorio a partir de mañana en todo el país como medida de seguridad para frenar el contagio del coronavirus y que a la vez contribuya a avanzar poco a poco hacia una reapertura de la actividad económica.
En cadena nacional de radio y televisión, el gobernante exhortó a toda la población a convertir a Honduras en “el primer país en América donde el uso de la mascarilla sea universal”.
A continuación el mensaje del presidente Hernández:
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Compatriotas:
Desde hace unos días les hablé sobre la importancia de usar mascarillas en todo momento; les expliqué lo que desde entonces ha sido reconocido por muchos países a nivel mundial: el uso de las mascarillas puede salvar vidas. No es que una mascarilla proporciona una protección completa. Estoy seguro que han escuchado previamente que las mascarillas sólo debían de usarlas personas que están enfermas o trabajadores de la salud; eso creíamos antes, pero ahora se ha comprobado que la diferencia entre usar mascarilla y no usar es enorme. Incluso, una mascarilla hecha en casa hace una gran diferencia y puede protegernos parcialmente, pero algo nos protege. Peor es nada.
Hoy, cualquier tipo de protección es esencial. El uso de una mascarilla, incluso hecha en casa, puede prevenir la dispersión de las microgotas, potencialmente contagiadas. Así que, si yo ando una mascarilla y usted anda otra, nos protegemos mutuamente; por eso esta política de usar mascarilla en todo momento se ha aplicado en la mayoría de los países de Asia y otros países de Europa, como la República Checa y con mucho éxito, en Honduras.
La buena noticia es que en los últimos días hemos visto una gran mayoría de personas que han venido ya usando mascarillas, y eso hace que todos en nuestro país estemos más seguros. Nuestras últimas estimaciones nacionales son que dos de cada tres hondureños cuando salen de la casa, cuando están autorizados para salir a comprar o trabajar, ya están usando mascarillas.
En algunas comunidades, el uso de las mascarillas obviamente, es mayor que eso. Ahora, dos de cada tres personas es un buen comienzo para la primera semana, pero ahora necesitamos lograr que todos, sin excepción de nadie, usemos mascarillas. Entre más se usan, menos posibilidades de que se expanda el virus, menos contagiados, menos muertes.
Estos países donde todos usan mascarilla y siguen todas las medidas de seguridad, no han tenido que usar el toque de queda absoluto, porque han limitado, han cortado la propagación de la enfermedad y han mantenido su economía funcionando, mientras que otros países han tenido que cerrar.
Todos queremos que Honduras vuelva a trabajar lo más antes posible y que lo haga de la manera más segura, porque esto vino a cambiarnos la vida. Para que esto suceda más rápido, lo que debemos de aspirar todos es que Honduras sea, óiganme bien, el primer país en América donde el uso de la mascarilla sea universal.
Si ya está usando la mascarilla lo felicito y le agradezco. Tenga la certeza de que usted está ayudando a mantenerse usted mismo y a su familia, a sus vecinos y a nuestro país más seguro; usted, al usar mascarilla, está acelerando el día en que nuestro país y nuestra economía puedan volver a funcionar. Es por ello que pido a todos los hondureños, a todos los ciudadanos, que ayudemos a lograr el 100 por ciento del cumplimiento de esta nueva política que comienza mañana: el uso de mascarillas es obligatorio, no es opcional.
Se requiere que todos usemos mascarilla u otra forma de tapar la nariz y la boca cuando salga de su hogar; todos y cada uno de nosotros tenemos que hacerlo. Ninguna tienda, ningún banco, ninguna gasolinera, ningún servicio de entrega que esté en funcionamiento podrá atender clientes que no estén usando mascarilla u otra forma de tapar la nariz y la boca, y ningún negocio podrá operar al menos que todos, todos sus trabajadores, usen mascarilla y el protocolo de bioseguridad.
Para que esta política funcione debemos asegurarnos de que todos tengamos acceso a una mascarilla u otra forma de tapar la nariz y la boca; reconocemos que esto es complicado en este momento, en el cual hay una demanda y escasez mundial de todos estos insumos, pero para ello hemos planteado unas soluciones.
Primero: como saben, el Gobierno ha estado distribuyendo bolsas de alimentos y suministros para familias de bajos recursos económicos y en cada bolsa hemos incluido cuatro mascarillas gratis; en total, ya hemos distribuido casi cerca de las 200.000 mascarillas y vamos a continuar haciendo eso.
En segundo lugar, estamos distribuyendo videos instructivos, cortos, a las redes sociales, en la Televisión Nacional de Honduras Canal 8, como le pido a los demás medios de comunicación de televisión que pasen esos videos de lo que está ocurriendo en el mundo y que muestren cómo se puede hacer una mascarilla en casa, con materiales que se encuentran fácilmente.
De la misma manera, estos vídeos están disponibles en la página oficial www.covid19honduras.org
Tercero: en cada colonia, en todo Honduras, hay gente muy hábil en cada barrio, en cada aldea, caserío para confeccionar de tal manera que estos vídeos enseñan cómo hacer una mascarilla y pueden ser utilizados por los vecinos para que cientos de estas microempresas o estos emprendedores pueden hacer miles de mascarillas y usted haga las propias.
La solución está en nuestras manos. Vean ustedes en la República Checa; en solo unos días ese país alcanzó el 100 por ciento del uso de mascarillas y esto significó una reducción casi inmediata y significativa de los casos de coronavirus, covid-19 en ese país.
Cuarto: Honduras es uno de los países líderes mundiales en el sector de la maquila. Estamos preparando los marcos de políticas que permitirán a nuestro poderoso sector de la maquila producir mascarillas de forma masiva, al igual que insumos que son médicos para nuestra propia población y, desde luego, para exportar después, tengamos esa capacidad para eso. Haciendo uso de la autoridad que me confiere la Constitución, ya hemos comunicado de manera oficial la obligatoriedad a la industria de la maquila para la confección exclusiva de mascarillas e insumos médicos de protección.
Quinto: he girado instrucciones a la industria de Fuerzas Armadas, que normalmente confecciona uniformes y equipo militar, para, de inmediato, redireccionar su línea de producción urgentemente para poder elaborar mascarillas y equipos de protección a los trabajadores de la Salud y a todos los demás que están en primera fila luchando esta guerra en contra del coronavirus.
Sexto: Hemos creado fondos de emergencia para comprar mascarillas a nivel nacional e internacional y estamos solicitando a nuestros países socios y a organizaciones internacionales, organizaciones privadas, que donen mascarillas. La prioridad será para los trabajadores de la salud, Fuerzas Armadas, Policía, bomberos, Guías de Familia, los que están en primera fila, pero también para el resto de país.
En base a estas seis soluciones, todos en Honduras, sin excepción, podrán obtener una mascarilla u otra tapa para nariz y boca. La tarea de cada ciudadano es correr la voz, sumarse a estas campañas en redes sociales, en los medios de comunicación, con sus mascarillas puestas, #TodosConMascarilla.
Quiero aclarar: ninguna de las medidas de seguridad por sí sola brindará una protección completa; por eso es importante aplicarlas todas: el uso de la mascarilla, lavarse las manos con agua y jabón, usar gel a base de alcohol, usar desinfectantes, mantener la distancia por lo menos de metro y medio, el famoso distanciamiento social, y en esto quiero ser enfático: quédese en su casa.
La aplicación de cada una de estas medidas, pero hacerlo al pie de la letra, se convierte en un tema de vida o muerte. Aplicando de manera rigurosa y disciplinada, juntos reduciremos el número de casos de coronavirus. Además, reduciremos la gravedad de los casos, salvaremos muchas vidas y acortaremos drásticamente la duración del toque de queda absoluto para acelerar el día en que la gente pueda volver a su trabajo con las normas de bioseguridad, a compartir juntos con las normas de bioseguridad, y que nuestro pueblo vaya poco a poco recuperando su vida normal, que, desde luego, será bajo otros parámetros.
Le recuerdo: esta guerra no la va a ganar el país más poderoso o con el sistema de salud de última generación; lo va a ganar el país más disciplinado, más comprometido. Por eso, todos juntos a poner de nuestra parte.