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Unas 6.000 mujeres fueron asesinadas en Honduras entre 2002 y mayo de 2018, y más del 90 por ciento de los casos está impune.
Así lo informó el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), quien exhortó a las autoridades hondureñas a tomar las medidas preventivas necesarias para detener la ola de violencia contra las mujeres.
El ente estatal considera que es motivo de preocupación las muertes violentas de mujeres, sobre todo, por el ensañamiento y el tipo de violencia que se utiliza en cada caso.
Añade que los índices de asesinatos de mujeres, además de incrementarse sustancialmente, remiten a hechos de especial preocupación en relación a las víctimas, al verificarse en ellos todo tipo de violencia, torturas y mutilaciones, de manera que reflejan en ellos un patrón intencional de enseñamiento contra la vida o dignidad de las mujeres.
Según el CONADEH, las muertes violentas, contra este sector vulnerable de la sociedad, constituye la máxima violación a los derechos humanos de las mujeres por tratarse de la eliminación de la vida, principal bien jurídico protegido por los sistemas jurídicos nacionales e internacionales.
Las formas en que se expresa la violencia en contra de las mujeres hondureñas van desde la mutilación, el desmembramiento del cuerpo, la violación sexual, las masacres y la ritualización de la escena del crimen
Se estima que, entre el año 2002 y mayo de 2018 (197 meses), alrededor de 5,950 mujeres murieron en circunstancias violentas, es decir, un promedio aproximado de 30 mensuales o una muerte diaria.
Entre el 2014 y lo que va del 2018, se ha registrado la muerte de unas 2,020 mujeres, cifra que representa el 34% del total de víctimas contabilizadas desde el año 2002 y que aumentará sustancialmente de mantenerse la tendencia de muerte de una mujer cada día.
El incremento en el número y la magnitud del ensañamiento, que caracteriza la muerte de mujeres, pone en serio cuestionamiento el fortalecimiento del Estado de Derecho, especialmente respecto a la no aplicación del principio de igualdad en el goce de los derechos humanos y en cuanto a la impunidad.
Roberto Herrera Cáceres, titular del CONADEH, urgió a las autoridades encargadas de la seguridad en el país, mayor efectividad en sus actuaciones hasta dar con los responsables y ponerlos a la orden de los tribunales.
Así como la prevención es un factor importante para eliminar la violencia contra las mujeres, erradicar la impunidad podría mejorar el panorama, declaró
El ombudsman hondureño exhortó al Estado hondureño a fortalecer los mecanismos existentes para hacerle frente a este problema y dar respuestas contundentes a los casos que se mantienen en la impunidad.
La violencia contra las mujeres se convierte en un desafío para el Estado hondureño que tiene el deber de garantizar un real avance hacia una cultura de respeto a la dignidad humana de todas las personas, sin discriminación de ninguna índole, declaró
Reveló que ante el CONADEH, muchas mujeres acuden y denuncian ser víctimas de violencia doméstica y violencia intrafamiliar.
Durante, el 2017, el CONADEH atendió, a nivel nacional, un promedio superior a las 10 denuncias diarias, de presuntas violaciones a los derechos humanos, en las cuales se vieron afectadas alrededor de 4,560 mujeres.
De acuerdo al desglose de los datos registrados por el CONADEH, en su sistema de quejas, del total de denuncias presentadas por mujeres, 1,267 quejas están relacionadas con el derecho a la vida y la integridad personal que incluyen amenazas a muerte, violencia doméstica, intimidación, coacción y malos tratos, entre otros.
Registros estadísticos establecen que solo, en el 2017, se registró la muerte violenta de una mujer cada 22 horas y media, siendo los principales escenarios San Pedro Sula y Tegucigalpa donde se reporta alrededor del 64% de los casos.
En Honduras, las mujeres representan el 52.3% de la población hondureña estimada en 8.7 millones de habitantes.
