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TEGUCIGALPA. Hoy entre lágrimas, los padres de Silvia Vanessa Izaguirre Antunez, estudiante de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), recibieron el título post mortem de su hija, quien fue asesinada por delincuentes hace un año.
“Estamos aquí consternados porque es un sueño que ella tenía, como familia tenemos sentimientos encontrados, pero fortalecidos. Recibir este título significa un gozo inmenso y una satisfacción porque era una estudiante entregada a sus estudios y buscó siempre sobresalir en cada clase que recibía”, dijo Marcia Reyes, tía de la joven Silvia Vanessa.
Cabe mencionar que este sábado mil 747 estudiantes universitarios recibieron su título que los acredita como nuevos profesionales en Honduras.
Muerte fue hace un año
Exactamente ayer viernes se cumplió un año de la muerte de Silvia Vanessa Izaguirre, y hasta ahora las autoridades no han podido concretar la justicia en cuanto a los responsables.
La joven se transportaba en un autobús de la empresa Cotraipbal la madrugada del 29 de marzo del 2018, cuando regresaba de visitar a una amiga en Trujillo. La joven se dirigía hacia su natal Danlí, El Paraíso luego de disfrutar de unas vacaciones.
El hecho se produjo cerca de la comunidad de Marañones, cuando tres sujetos enmascarados abordaron la unidad de pasajeros a eso de la 1:30 am. Entonces, los malvivientes aprovecharon que el bus se detuvo para cruzar unos reductores de velocidad y encañonaron al motorista, luego se subieron.
Uno de los asaltantes se quedó en la puerta del autobús, mientras los otros dos despojaban de sus pertenencias al resto de los pasajeros, según el reporte de la Policía de Colón.
Cuando cometían el atraco, los asaltantes quisieron abusar de la joven víctima y de una amiga suya que compartía el mismo asiento, estas se opusieron, por lo que uno de los maleantes descargó su arma en la humanidad de Silvia Vanessa.
Los facinerosos huyeron en medio de la oscuridad, dejando herida a la joven, quien minutos después fue trasladada en el mismo bus a un retén militar en la aldea de Honduras Aguán, de allí fue traslada con señales de vida al hospital San Isidro, de Tocoa, en una patrulla policial, pero murió en el camino.
