Las atenciones sicológicas a personas preocupadas por la llegada al país de la tormenta tropical Iota y la depresión Eta, han aumentado en un 50% en los hospitales psiquiátricos de la capital.
Así lo aseguró Mario Rojas, empleado del hospital siquiátrico Mario Mendoza, luego de comentar que “nosotros esperábamos que aumentara la afluencia de pacientes en busca de atención médica debido a los fenómenos naturales que han azotado el país, pero no creímos que fueran tantos”.
El Comité de Alertas de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) determinó mantener vigente la alerta roja por tiempo indefinido a partir de las 12:00 del mediodía del domingo 15 de noviembre, ante el ingreso de Iota. Ahora el fenómeno natural ya salió de Honduras, pero dejó a su paso, lluvias, damnificados y destrucción.
Rojas reiteró que “tenemos un 50% más de personas del número que teníamos en el hospital Mario Mendoza y un 30% en el siquiátrico Santa Rosita y éste último porque se encuentra ubicado en un lugar inhóspito y de muy difícil acceso, entonces llegan menos pacientes a ese centro”.
“Incluso, algunos pacientes que ya habían causado alta están regresando a buscar atención médica debido a lo que está ocurriendo en el país”, agregó.
Recordó que “al anunciar los medios de comunicación la llegada al país de los fenómenos naturales de Iota y Eta, mucha gente entró en depresión pensando que van a morir o lo van a perder todo y quedarán en la calle”.
“Antes que ocurran los acontecimientos, la gente se anticipa a emitir juicios de valor, lo que los perjudica mentalmente porque están pensando siempre en lo peor que les puede suceder”, señaló.
Medicamentos
“Incluso, nos visita gente desde la frontera entre Honduras y El Salvador o hasta de Colón incluso sólo por treinta pastillas, es un gasto enorme el que hace esta gente y cuando no tiene dinero para viajar la salud se les complica”, comentó.
Señaló que “cada médico especialista atiende a su paciente de acuerdo a su patología, pues algunos vienen con depresión otros con ansiedad o esquizofrenia, a cada uno se les brinda un tratamiento adecuado dependiendo de su enfermedad”.
“Afortunadamente, tenemos muy buenos siquiatras dentro del país quienes en muchas ocasiones restablecen a sus pacientes en forma total o parcial”, reconoció.
Precisó que “el Mario Mendoza recibe en la actualidad unas 200 personas al día, cuando antes únicamente venían 100 o 150 y al Santa Rosita llegan más de 100. Lo preocupante es que la existencia de medicamentos no es suficiente para atender a esta cantidad de pacientes, ojalá que no nos desfasemos para diciembre”.