El hombre del escándalo hizo como nada hubiera pasado. Reunirse con una emisaria del Kremlin, esperar información tóxica contra una candidata, aceptar el juego de una potencia extranjera son para Donald Trump Jr. asuntos menores.
Hechos exagerados por una prensa “sensacionalista, deshonesta y extremista” que no sirve a los intereses de su país. Esa fue una de las conclusiones de la entrevista que el hijo mayor del presidente de Estados Unidos concedió anoche al conservador Sean Hannity en la cadena Fox. Por la mañana, su padre, en Twitter, le ensalzó: “Mi hijo hizo un buen trabajo anoche. Fue abierto, transparente e inocente. Es la mayor caza de brujas de la historia política”.
El “buen trabajo” al que se refiere el Trump fue una ocasión de oro para ver al vástago presidencial escapar de sus propios actos. El marte por la mañana, había estallado el escándalo al conocerse los correos electrónicos que evidenciaban cómo durante la campaña electoral Trump Jr. había pactado una entrevista con una supuesta “abogada del Gobierno ruso” que iba a proporcionarle “información incriminatoria y altamente sensible” contra la candidata demócrata Hillary Clinton. El ofrecimiento lo efectuó el agente musical británico Rob Goldstone, al que había conocido en el concurso de Miss Universo organizado por su padre en Moscú y que actuaba como intermediario del cantante Emin Agalarov y su progenitor, un magnate de la órbita de Putin. La entrevista se celebró el 9 de junio de 2016 en la misma Torre Trump y con la plana mayor electoral del candidato republicano. Pero todos sus protagonistas niegan ahora que se hablara de Clinton.
A este punto se aferró el primogénito presidencial. Elusivo y un punto despectivo, volvió a insistir en que la reunión con la abogada resultó un fiasco. “Fue la nada. La habría olvidado si no fuera por todo esto. Fueron 20 minutos literalmente perdidos”, dijo.
Tampoco le importó que el encuentro se celebrase a instancias de una potencia extranjera. Para Trump Jr. en aquel momento lo único importante era la liza electoral. “Todo esto es anterior a la Rusiamanía, es anterior a este montaje de la prensa. Para mí era una investigación de oposición, podían tener evidencias concretas sobre historias que habíamos oído”.
– “Y no se lo dijo a su padre”, preguntó Hannity.
– ¿Pero cómo voy a decírselo? Fue la nada”, respondió Trump Jr.
Sin mayores repreguntas, ante un programa que le había presentado como una víctima del “mal periodismo”, la entrevista prosiguió en inútiles meandros. El primogénito, de 39 años, se limitó a repetir que la abogada aprovechó para hablar de sanciones y adopciones y que él había respondido a un impulso natural y comprensible al abrirle las puertas. “Alguien me mandó un correo. Eso no es cosa mía. Lo leo y respondo en consecuencia por si hay algo interesante ahí. Creo que eso es muy común”.
La entrevista acabó con un apretón de manos entre el presentador y Trump Junior. Su padre la había recomendado previamente en Twitter. Por la mañana, ensalzó a su hijo. En casa de los Trump hay poca discusión.
(Fuente: El País)