TEGUCIGALPA. Tras las denuncias del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) sobre que existe un plan para asesinarlo, el gobierno hondureño expresó su voluntad de aumentarle la seguridad.
En tal sentido, el gobierno sin mayor conocimiento de las versiones que denuncia Lobo, manifiesta la plena voluntad de hacer las modificaciones o arreglos en sus medidas de seguridad si fuesen necesarias para asegurarle su tranquilidad. Con ese único propósito se le está invitando por otro medio para que envíe a su representante a sostener una reunión con las autoridades responsables para su protección.
Por ley cuenta con todo el aparato de seguridad
Por ley Lobo Sosa, según un comunicado leído en comparecencia de prensa por el viceministro de Comunicaciones y Estrategia, Luis René Suazo, en su calidad de expresidente, actualmente cuenta con todo un aparato de seguridad por parte del Estado para su protección personal.
El expresidente Lobo y el gobernante Juan Orlando Hernández han mantenido diferencias personales que son del conocimiento público. Las mismas han provocado reiteradas acusaciones por parte del exgobernante que incluso ha solicitado la renuncia del actual jefe del Ejecutivo.
La denuncia de Lobo Sosa surge en el momento que fuera asesinado un capo de la droga -Magdaleno Meza- involucrado en el juicio al exdiputado Juan Antonio Hernández en una corte de Estados Unidos.
Igualmente, personajes de la sociedad han advertido de una eventual cadena de asesinatos y crímenes selectivos contra algunas figuras públicas del país.