El partido amistoso que debían disputar este sábado en Jerusalén las selecciones de Argentina e Israel se ha suspendido después de las presiones recibidas de parte de la Federación Palestina, que ha pedido a la AFA que no juegue y ha amenazado personalmente a Leo Messi instándole a no jugar ese partido. Los jugadores de la albiceleste han presionado para lograr la suspensión. En contrapartida, tras el Mundial habrá dos amistosos entre ambos países, en 2018 y 2019.
Ha habido reuniones y comunicaciones durante toda la tarde, después de que la presión palestina llegase a Barcelona. Un grupo de veinte seguidores pro-palestinos, mitad españoles y mitad argentinos, movilizados por la Federación Palestina, se han presentado esta tarde a las puertas de la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí y han protestado ruidosamente, con pitos y consignas, así como con camisetas de la albiceleste manchadas de rojo-sangre, pidiendo que Argentina no juegue ese partido.
Ya lo había advertido la víspera el presidente de la Federación Palestina, Jibril Rajoub, que amenazó con “mandar seguidores a quemar camisetas de Messi. Es un gran símbolo, así que vamos a atacarlo personalmente y pedimos a todos que quemen su imagen y su camisa y que lo abandonen. Esperamos que Messi no venga. Tiene muchos seguidores en los países musulmanes”.
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Argentina busca opciones
El encuentro estaba previsto que se juegue para conmemorar el 70 aniversario de la fundación del estado de Israel, un aniversario que ha creado trágicos enfrentamientos, y los palestinos consideran que se ha utilizado políticamente.
Finalmente se ha suspendido y Jorge Sampaoli está buscando la opción de jugar un partido en Barcelona y después viajar a Rusia. Como posibles rivales se barajan las selecciones de Malta, San Marino o Moldavia.