El 20 de julio pasado, Santos Carranza salió de su natal Yoro, junto su esposa y dos hijos con la ilusión de comenzar una nueva vida en los Estados Unidos, sin embargo la realidad fue otra, tras un camino de riesgos y sufrimiento, comprendió que la travesía y el asilo norteamericano no era tan fácil como se la habían vendido.
La familia Carranza forma parte del primer grupo de 129 hondureños que tras solicitar asilo en los Estados Unidos decidieron retornar de forma voluntaria a Honduras, porque se cansaron de esperar una respuesta en condiciones extremas y poner su vida en riesgo.
El vuelo salió de México, país que ha instalado varios campamentos en la frontera con los Estados Unidos para albergar a miles de migrantes de diferentes partes del mundo que por disposición de las autoridades estadounidenses deben esperar respuesta a su solicitud de asilo en tierra azteca.
Actualmente hay más de 40 mil migrantes, de los cuales aproximadamente 17 mil son hondureños, que están albergados en diferentes puntos fronterizos de México a la espera de reunirse con juez que determine si su solicitud procede, la cita con la corte se estima tarda entre 6 y 24 meses.
Coyotes mienten
“Los coyotes son personas sin escrúpulos, son personas duras de corazón, que se aprovechan solamente del dinero, ellos ven solamente en nosotros el dinero, no se ponen a pensar que llevamos hijos, que vamos a ponernos en riesgo, ellos no se preocupan porque uno llegue allá”, expresó Santos Carranza tras darle gracias a Dios de estar nuevamente en su tierra, donde tiene esperanza de salir adelante.
A la vez llamó a sus compatriotas a no emprender ese viaje de forma irregular, lo mejor es que se informen con las personas que ya lo intentaron y pasaron una situación crítica sin tener los resultados esperados, afirmó.
Carranza declaró que tras un mes de una dura travesía él y su familia lograron cruzar la frontera estadounidense y solicitaron su asilo, sin embargo al igual que a miles de migrantes más las autoridades migratorias estadounidenses los devolvieron a México para esperar una respuesta.
Aseguró que cruzar la frontera estadounidense es bastante difícil porque la Patrulla Fronteriza cuenta con bastante tecnología que incluye cámaras de seguridad, drones, controles de calor que se suman a patrullajes constantes, “si usted se escapa de uno lo caza otro, no me atrevería a hacerlo nuevamente”, manifestó.
De la misma manera se refiere José Ulises, un técnico en refrigeración originario de Quimistán, Santa Bárbara, quien viajó de forma irregular junto a su hijo de 7 años, creyendo que al cruzar la frontera con un menor podría quedarse viviendo en los Estados Unidos.
“Allá no hay asilo para nadie, es mentira yo me fui con mi niño y no hay nada, es difícil, aquí las personas que se quieran ir o van en camino, mejor que se regresen porque a nada van”, declaró.
A la vez alertó a sus compatriotas para que no se dejen engañar por los coyotes que les hacen creer que por ir con niños van a poder obtener protección estadounidense.
“Es mentira de los coyotes que están pasando con niños, ellos le dicen eso a la gente, pero es mentira, ellos van sólo por dinero, el cruza siempre lo regresan porque no hay asilo”, indicó a la vez que lamentó que muchos de sus compatriotas venían llorando que muchos de sus compatriotas hipotecaron su casa, vendieron su terreno, y ahora regresan sin nada porque lo que tenían ya lo perdieron.