La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) respalda el pedido de los familiares por la liberación del periodista Miguel Mendoza, condenado por el régimen de Nicaragua a nueve años de prisión. La organización ha insistido de forma pública en su excarcelación y la de otros dos comunicadores por razones humanitarias, tomando en cuenta las deplorables condiciones en las que cumplen sus sentencias y el rápido deterioro de salud que padecen.
A continuación, el comunicado divulgado por los familiares del periodista y cronista deportivo Miguel Mendoza, dado a conocer el 21 de septiembre.
“Agradeciendo a periodistas de los distintos medios de comunicación y de la ciudadanía que atendió esta convocatoria, nos dirigimos a ustedes, como familiares del periodista independiente y cronista deportivo, Miguel Mendoza Urbina.
Queremos exponer nuestras preocupaciones por su estado de salud y por una motivación que Miguel nos confió durante la última visita el pasado 27 de agosto.
Este 21 de septiembre nuestro hermano, compañero de vida, padre, hijo, tío y amigo, cumple 15 meses, que equivalen a 457 días de estar secuestrado en la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como Nuevo Chipote, un lugar descrito como un centro de tortura, en el que Miguel ha sido encerrado sin razones, más que la de ejercer su derecho a la expresión, permitida por nuestra Constitución Política en su Artículo 30.
En este tiempo Miguel no ha podido ver a su hija Alejandra, de 8 años. En la visita del sábado 27 de agosto, se le informó a Miguel sobre las afectaciones físicas y emocionales que ha provocado en la niña esta separación cruel y forzosa, y de los mensajes que ha escrito para él: “Hola papi, he grabado videos, he realizado dibujos con la esperanza de que alguien te los pueda mostrar. Mi corazón sufre mucho, porque tengo más de un año de no verte. Te amo.” Esto lo ha expresado Alejandra en sus escritos y oraciones.
Pese a ser un hombre fuerte y de estado emocional increíble, los que le conocemos, sabemos leer en el brillo de sus ojos, la angustia que le ha provocado saber de lo mal que la está pasando su hija. Por tal razón, en esa última oportunidad, Miguel ha expresado que, si no le permitían ver a la niña antes de 19 de septiembre, iniciaría una huelga de hambre, hasta que se le permita reencontrarse con Alejandra.
Hemos compartido con ustedes, en estos dolorosos meses, que Miguel es un paciente crónico y ha perdido más de 30 libras. Por lo que esta medida pone en riesgo su salud y vida. Y aunque Miguel es consciente de los riesgos, considera que es la única salida que le han dejado en sus intentos por volver a abrazas a su hija, después de estos 457 días que equivalen a más de diez mil novecientas horas sin abrazar a su pequeña.
Es importante recordar, que su abogado ha introducido once solicitudes para que Miguel pueda ver a su niña, lo que para ambos es un derecho, y no se ha obtenido ni una sola respuesta.
Demandamos la liberación de Miguel, a quien no se ha logrado demostrar ni un solo delito, por lo que se encuentra encarcelado como producto de una acción incongruente con los principios y artículos consignados en los preceptos constitucionales de Nicaragua.
Exigimos además se abstengan de seguir arrebatando el derecho de Alejandra de poder ver a su padre, que es un modelo de honestidad y patriotismo para ella y el resto de su familia.
Agradecemos a la ciudadanía nicaragüense, organismos de derechos humanos, actores nacionales e internacionales por acompañarnos en este momento tan difícil.
Gracias por alzar sus voces por la liberación de Miguel Mendoza y de las presas y presos políticos de Nicaragua. ¡Vivan las libertades públicas!”
La SIP ha reiterado en numerosas ocasiones su solicitud a la comunidad internacional para cerrar filas sobre los casos de los periodistas Mendoza, Miguel Mora, Jaime Arellano, Juan Lorenzo Holmann, Pedro Joaquín Chamorro y Cristiana Chamorro, y ha responsabilizado al gobierno por lo que les pudiera suceder.
Cristiana Chamorro, cumple su condena en arresto domiciliario. Pedro Joaquín Chamorro y Jaime Arellano pasaron de la prisión a casa por cárcel, debido al deterioro de su salud.
Mendoza, Mora y Hollman, continúan en prisión.
La SIP mantiene en la agenda pública el caso de Nicaragua y de los presos de conciencia. En abril pasado, junto a otras 26 organizaciones nacionales e internacionales de prensa, se firmó la Declaración sobre Nicaragua. En mayo, durante una misión a Washington, D.C., denunció el encarcelamiento y la persecución de periodistas nicaragüenses ante el Departamento de Estado, legisladores, la Organización de Estados Americanos, la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y de instituciones dedicadas a los derechos humanos. En julio, se realizó una campaña pública en medios y redes sociales para divulgar las semblanzas sobre cada uno de los periodistas condenados.
La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de las libertades de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental, y tiene sede en Miami, Florida, Estados Unidos.