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La Secretaría de Salud confirmó ocho casos de leptospirosis como consecuencia de las recientes inundaciones en el Valle de Sula, sumándose a otra cantidad de enfermedades letales que golpean este año a la población hondureña.
Por su parte se encuentran en investigación en calidad de sospechosos, otros 23 casos.
Según especialistas, estas infecciones en el ser humano se adquieren por contacto directo con la orina o los tejidos de animales infectados, o indirectamente por contacto con agua o suelo contaminados a través de puertas de entrada habituales son la piel con abrasiones y las mucosas expuestas (conjuntiva, nasal, oral).
El subsecretario de Salud, Roberto Cosenza, insistió a la población adoptar las medidas de prevención frente a casos de enfermedades emergentes como la leptospirosis que es provocada por la orina de las ratas.
La leptospirosis en su fase septicémica comienza de manera abrupta, con cefaleas, dolores musculares intensos, escalofríos, fiebre, tos, faringitis, dolor de tórax y, en algunos pacientes, hemoptisis. Aparece un exudado conjuntival en el tercer o cuarto día.
Son infrecuentes la esplenomegalia y la hepatomegalia. Esta fase dura 4 a 9 días, con escalofríos y fiebre recurrentes, fiebre que a menudo supera los 39° C. Luego, la temperatura baja, de acuerdo con especialistas.
La segunda fase, o fase de inmunidad, se presenta entre los días 6 y 12 de la enfermedad y se correlaciona con la aparición de anticuerpos en el suero. La fiebre y los síntomas iniciales disminuyen y puede aparecer una meningitis.
Si se contagia durante el embarazo, la leptospirosis puede causan abortos, incluso durante el período de convalecencia.
Adicionalmente, en Honduras sigue el azote de la pandemia del COVID-19 continúa, por lo que autoridades sanitarias realizan un trabajo en los albergues, en las medianas y en las orillas de las calles a través de ferias de la salud, para mantener vigilancia sobre las personas enfermas y sospechosas del coronavirus,
Son las secuelas de las lluvias por lo que la Secretaría de Salud tiene un reto grande en el departamento de Cortés para poder mantener la vigilancia también en otros brotes de enfermedades de la piel y diarreicas y ya se tienen varias personas enfermas producto de las inundaciones, agregó.
“Es inevitable, realmente, decir que no van a surgir estas enfermedades que lamentablemente se dan, pero nosotros podemos mantener una vigilancia como el uso de mascarillas que no sólo va a evitar contagiarnos de la COVID, sino de otras enfermedades respiratorias que son frecuentes y son las secuelas que estas lluvias nos están dejando, el lavado frecuente de manos cuando nosotros ya habíamos visto que habían disminuido las enfermedades diarreicas y hoy tenemos algunos brotes producto de estas lluvias”, refirió Cosenza.
Por otro lado, recordó que en el país continúa la epidemia del dengue desde el año pasado, y hasta la semana epidemiológica número 47, se han diagnosticado más de 21 mil casos de dengue sin signos de alarma y más de 300 de dengue grave que es el que casusa la muerte entre algunas personas.
Agregó que ya se ha reportado clínicamente el fallecimiento de 23 personas a causa del dengue, de los cuales nueve han sido confirmados por laboratorio y el resto falta que se certifiquen por el grupo de expertos.
Recalcó que el dengue es una enfermedad mortal que se puede evitar si se aplican todas las medidas de prevención para eliminar los criadores del mosquito o zancudo transmisor del dengue.
