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Una menor de 4 años que había sido privada de su libertad fue liberada este día, en perfecto estado de salud y sin haber pagado ningún rescate, gracias a las arduas labores de investigaciòn y búsquedas realizadas por especialistas de la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS) de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
La víctima es una menor de 4 años, por quien solicitaban la cantidad de 400 mil lempiras a cambio de su liberación.
Según información recopilada por los expertos en el área, el pasado 18 de junio del presente año, la víctima se encontraba jugando afuera de su casa, en una aldea ubicada en la zona norte del país, cuando varios sujetos fuertemente armados a bordo de un vehículo, tipo turismo, la llevaron en contra de su voluntad con rumbo desconocido.
Posteriormente, los familiares fueron contactados vía telefónica, donde uno de los secuestradores conocido como “El Diablo”, les exigían la cantidad de 400 mil lempiras, a cambio de no atentar contra la integridad física de la niña.
Acciòn tomada por los expertos
Cuando la DPI fue notificada de lo que ocurría, envió a su equipo especializado de la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS) para que lograra la liberación de la infante.
Mediante intensas labores de búsqueda y por medio de técnicas investigativas los especialistas lograron ubicar el lugar de cautiverio, en la colonia Villa Isabel, Puerto Cortés, Cortés, donde se detuvo a tres de los secuestradores.
stos criminales fueron individualizados con las siguientes generales:
– Alias “El Diablo”, de 18 años, de oficio jardinero, originario y residente en San Marcos, Omoa, Cortés.
Este individuo era el jefe de la banda de secuestradores y el negociador, quien operaba en la zona norte del país.
– Alias “El Peludo”, de 20 años, originario y residente en la colonia Miraflores, Puerto Cortés, Cortés.
Este sujeto es el motorista de la banda y era el encargado de privar de libertad a las víctimas.
– Alias “La Ruca”, estudiante de 20 años, oriunda del mismo lugar donde se originó la detención.
Está fémina es la encargada de secuestrar a las víctimas y cuidarlas.
Además, como parte de los elementos probatorios del delito que se les imputa, se les decomisó un vehículo, tipo turismo, color azul, marca Chevrolet y tres teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos.
