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Una serie de reformas electorales, necesarias para generar confianza y legitimidad sobre los resultados y autoridades elegidas para el próximo proceso, deben ser aprobadas a más tardar en enero de 2019, de acuerdo a informe presentado este martes por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
El informe ‘La democracia no solo es elecciones: fallas estructurales, violencia política y reformas electorales para recuperar legitimidad y confianza’ señala deficiencias y propone reformas al sistema electoral, tomando como referencia la crisis político-electoral surgida durante los comicios generales celebrados el pasado mes de noviembre en Honduras.
El documento fue divulgado hoy en un foro que contó con la participación de los expertos internacionales en temática electoral: Miguel Ángel Lara Otaola, jefe de Programas para México y Centroamérica del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA), y Flavia Freidenberg, representante The Carter Center; así como Lester Ramírez, director de Gobernanza y Estudios Aplicados de la ASJ.
La primera parte del informe describe y explica el desempeño de la democracia electoral en sus 35 años y a través de sus 10 elecciones, para mostrar los puntos críticos que ha llevado a las elecciones a producir violencia y muertes, en vez de resolver el conflicto político que surge por la competencia del poder de manera pacífica.
La segunda parte de trabajo es prescriptiva y plantea las reformas electorales que la clase política ha de tomar en cuenta de cara al próximo proceso electoral en el año 2021. Entre estas reformas se plantean: una nueva legislación y autoridad electoral con independencia y controles sociales, una nueva tarjeta de identidad, la consulta ciudadana sobre la reelección presidencial, la ciudadanización de las mesas electorales y demás órganos temporales, la segunda vuelta presidencial y los distritos electorales a nivel de diputación.
Las reformas electorales propuestas reconocen que el contexto poselectoral es complejo y volátil, y que las élites políticas tienen fuertes incentivos para no llevarlas a cabo. Se reconoce que es la clase política la que tomará la decisión final sobre el rumbo del sistema electoral hondureño y la ciudadanía la que tendrá que evaluar, a través de la confianza y legitimidad que le otorgue a los resultados electorales y a sus autoridades electas.
“Las reformas electorales son urgentes, son necesarias y la clase política debe ponerse de acuerdo y tiene que ser con amplia participación de la sociedad”, manifestó Carlos Hernández, director ejecutivo de la ASJ.
Durante el foro se intercambiaron experiencias, conocimientos y recomendaciones sobre los desafíos en materia electoral y política para Honduras, en medio del contexto regional.
