Por: Fredy Perdomo
La Policía y las Fuerzas Armadas cuando los civiles en Honduras cuestionan los niveles de seguridad, responden que sólo los enemigos del país no reconocen los avances en esta materia.
No obstante, cuando los Estados Unidos emiten alertas a sus ciudadanos para que no viajen a Honduras, no tienen valor de cuestionar y sólo se limitan a decir que “respetamos su decisión”.
Eso es precisamente lo que respondió el actual jefe de las Fuerzas Armadas, René Ponce, al último mensaje emitido por los Estados Unidos a sus ciudadanos advirtiéndoles que es peligroso viajar a Honduras.
La reacción del jefe castrense puede sustentarse en dos hechos: el primero puede consistir en el temor de refutar la versión a uno de sus mayores colaboradores en materia bélica, lo que de alguna manera los obliga a cierto grado de sometimiento.
En segundo lugar, la débil respuesta podría radicar en qué en efecto Estados Unidos conoce las cifras reales sobre los niveles de inseguridad de Honduras que contrastan con la información que se difunde internamente para hacerle creer a la población de que hemos avanzado en esta materia más de la realidad.