Esta medida fue tomada tras los reportes emitidos por el Sistema de Alerta Temprana (SAT) de la AMDC y las numerosas denuncias ciudadanas que evidencian el grave riesgo ambiental que representan estos siniestros.
Según el informe oficial, las zonas más afectadas por los incendios hasta el momento son Soroguara, El Tablón de Zelaya y Corralitos, las cuales están siendo atendidas por equipos del Instituto de Conservación Forestal (ICF), el Cuerpo de Bomberos (C9) y la propia AMDC.
No obstante, las autoridades han señalado que la probabilidad de nuevos incendios en otros sectores del municipio es alta, lo que llevó a la activación de Alerta Verde en el resto de la ciudad.
La decisión de declarar la alerta fue tomada con base en los análisis de riesgo realizados por el Sistema de Alerta Temprana (SAT), así como la información proporcionada por el Centro de Operaciones Interinstitucional contra Incendios Forestales (COIIF), que advirtió sobre la necesidad de intensificar las acciones de vigilancia y respuesta ante la amenaza de más incendios.
Llamado a la acción ciudadana
La AMDC hace un llamado urgente a la población para que se mantenga alerta, especialmente aquellas personas que residen cerca de las zonas afectadas o que podrían estar en riesgo. Además, las autoridades instan a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con incendios forestales a través de la línea de emergencia 100.
“El apoyo ciudadano es fundamental para prevenir mayores daños a nuestro entorno y garantizar la seguridad de todos. La denuncia oportuna puede ayudar a evitar que los incendios se propaguen aún más”, expresó la AMDC en un comunicado.
Medidas de prevención
Las autoridades recomiendan evitar el uso de fuego en áreas forestales y estar atentos a cualquier señal de humo o incendio. Asimismo, se solicita a la población colaborar con los esfuerzos de los equipos de emergencia, reportando cualquier incidente relacionado con los incendios.
El riesgo de incendio forestal sigue siendo una amenaza seria en la capital, y la participación activa de los ciudadanos es clave para mitigar su impacto en el medio ambiente y la seguridad pública.