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TEGUCIGALPA. Los distribuidores de productos derivados del petróleo insisten en que la única opción frente a los indetenibles aumentos en el costo de los carburantes consiste en cambiar los patrones de consumo.
Desde el punto de vista de los representantes de la red de estaciones de despacho, una alternativa válida es aumentar de 88 a 91 el octanaje de la gasolina regular para promover su demanda por encima de la superior.
Fuentes de la Comisión Legislativa de Energía manifestaron que en la mesa técnica que integran todos los sectores interesados, analiza medidas para amortiguar el golpe de los altos precios del petróleo.
Entre estas propuestas se contempla la revisión de las exoneraciones, la revisión de la calidad de los refinados, según lo informado por diputados que conocen del tema, junto con importadores y distribuidores.
Revisión de la fórmula
Sectores mayoritarios demandan la revisión de la fórmula y de los impuestos aplicados a la comercialización de los derivados del petróleo; sin embargo, la parte gubernamental no contempla esos temas en su agenda.
Esto se explica porque un alto porcentaje de los ingresos que recibe el fisco provienen de los tributos que pagan los usuarios. Se estima que por cada galón de carburantes, el Gobierno se queda con un dólar con 48 centavos.
Otro dato esencial apunta que el 90 por ciento de la fórmula mediante la cual son fijados los precios de los energéticos, está compuesta por cargos fijos.
