El pastor evangélico Mario Tomás Barahona, reaccionó este viernes a la polémica que se ha generado con respecto a la iniciativa de otorgar un bono a los religiosos de la tercera edad pertenecientes a la iglesia evangélica.
Barahona indicó que en ningún momento la iglesia evangélica pidió a las autoridades el referido bono de 1,500 lempiras, y que todo obedece a la voluntad del Gobierno como reconocimiento a la noble labor que se realiza por parte de las organizaciones religiosas.
‘No lo pidió la iglesia, sino que lo hizo el Gobierno (…), el Gobierno ha visto con buenos ojos la labor de la iglesia evangélica’, dijo el reverendo.
‘Es un trabajo analista que hizo el gobierno sobre el trabajo maravilloso que hace la iglesia y que ha estado cerrada por seis meses’, agregó.
Ante la ola de criticas, Barahona señaló que ‘primero se nos criticaba porque pedimos la apertura de las iglesias, yo creo que no hay que ser groseros con un gremio tan noble’.
‘Somos ciudadanos hondureños no nos vendemos, colaboramos con los diferentes Gobiernos de distintos partidos políticos,
no hay que ser groseros, hay que tener un poco de conciencia con la familia hondureña’, reiteró.
Al tiempo que destacó, que muchos lideres evangélicos han sido señalados de ponerse del lado de algunas posiciones de las autoridades de Honduras y no del pueblo.
‘Se hace un trabajo poderoso, porque se acerca a un Gobierno, no es que se vendan, es una forma de colaborar de participar como en las diferentes mesas de diálogo’, apuntó.
‘A los pastores nos critican por cualquier cosa, nos tiran a matar, si el Gobierno decidió dar ese apoyo que sean los pastores que decidan que hacer con ello’, finalizó.