El papa Francisco volvió a lanzar el domingo un llamado a la hospitalidad con los migrantes y consideró que “el pecado era renunciar conocer al otro”, con ocasión del 104º Día Mundial del Migrante y del Refugiado.
“Cada forastero que llama a nuestra puerta es una ocasión de encuentro con Jesucristo, que se identifica con el extranjero acogido o rechazado en cualquier época de la historia”, declaró el papa durante una misa solemne celebrada en la basílica de San Pedro de Roma.
“No es fácil entrar en la cultura de los demás, ponerse en el lugar de personas tan diferentes de nosotros, comprender sus pensamientos o sus experiencias”, dijo en italiano el pontífice.
El Papa originario de familia de inmigrantes
Para Jorge Bergoglio, originario de una familia de inmigrantes italianos en Argentina, “renunciamos a menudo al encuentro con el otro y levantamos barreras para defendernos”.
“Las comunidades locales a veces tienen miedo de que los recién llegados perturben el orden establecido, ‘roben’ algo que ha costado construir”, continuó.
“Los recién llegados también tienen miedos: temen la confrontación, ser juzgados, la discriminación, el fracaso. Esos miedos son legítimos, están basados en dudas totalmente comprensibles desde un punto de vista humano”, aseguró el papa.
Para el pontífice de 81 años, “tener dudas y miedos no es un pecado. El pecado es dejar que esos miedos determinen nuestras respuestas, condicionen nuestras elecciones, comprometan el respeto y la generosidad, alimenten el odio y el rechazo. El pecado es renunciar al encuentro con el otro”.
Acciones a favor de los migrantes
Desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013, el papa intensificó sus posiciones a favor de la acogida de los refugiados e migrantes.
Unos meses después de su elección, viajó a la isla italiana de Lampedusa, entonces principal puerta de entrada de los migrantes.
En abril de 2016, volvió de una visita a la isla griega de Lesbos con tres familias de refugiados sirios musulmanes a bordo de su avión.
El papa iniciará el lunes un viaje de ocho días a su continente natal, donde en primer lugar visitará Chile y después Perú. Este constituye su viaje número 22 al extranjero.
VÍA: AFP