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Otro niño fue ingresado al Hospital Materno Infantil en Tegucigalpa gravemente herido en sus manos a causa del estallido de un potente mortero, esta vez, cuando celebraba el cumpleaños de un familiar en el municipio de la Villa de San Francisco en el departamento de Francisco Morazán.
El pequeño de 10 años de edad reside en la aldea Las Casitas en el extremo sur de Tegucigalpa pero se trasladó a ese pintoresco pueblo de Honduras en el contexto de una visita familiar.
Aparentemente, el niño encontró un mortero apagado en la calle y decidió guardarlo para dar la sorpresa en el cumpleaños.
El mortero fue encendido en un descuido de los encargados del menor y la explosión le afectó severamente la mano. Los médicos del primer centro asistencial infantil de la capital de Honduras evaluaron el daño y no descartan un severo proceso de reconstrucción.
Cada año las estadísticas incluyen el saldo trágico de muertos y quemados por manipulación de pólvora. Lamentablemente, esta práctica ha dejado decenas de niños mutilados, además de erogación millonaria del presupuesto de Salud para atender a pacientes e incendios de viviendas.
En lo que va del año, las autoridades confirmaron la muerte de un adolescente a causa del estallido de un potente mortero, una joven con su mano izquierda amputada y cinco menores quemados.
