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El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), condenó la muerte violenta de niños, niñas y adolescentes que, en 78 meses, dejó un saldo de al menos, 2600 víctimas, es decir, un promedio de 33 mensuales, la mayoría de ellos en la impunidad en Honduras.
Un recuento de los hechos registrados, desde el 2012, indica que unos 2600 niños perdieron la vida violentamente, de los cuales más de un centenar murieron en lo que va del 2018.
Roberto Herrera Cáceres, titular del CONADEH, condenó la muerte de niños, niñas y adolescentes por lo que recomendó recurrir al liderazgo de las 298 alcaldías municipales para velar por el respeto a los derechos de la niñez y que exista una mayor seguridad para este sector vulnerable de la sociedad hondureña.
Indicó que no hay cifras significativas basta con que exista la muerte de un niño para hacer sentir vibrar las fibras más íntimas de la sociedad.
“Si nos debilitan el eslabón más importante que es la niñez, nos están debilitando todo el cuerpo social del Estado y, en este sentido, debilitando la sociedad”, apuntó.
Agregó que es necesario reaccionar desde las familias, la comunidades municipales y las autoridades en una acción conjunta con el Estado y la sociedad
El ombudsman hondureño considera que la muerte de niños es un tema de carácter nacional que para enfrentarlo se requiere del liderazgo de los gobiernos locales, de los padres de familia, del sector privado y de la misma sociedad civil.
Explicó que aunque las muertes de menores se concentren en ciertas comunidades, en materia de derechos humanos, el daño a una persona es un daño para toda la humanidad.
No podemos dejar a la gente abandonada, somos un solo pueblo en un solo territorio, todo lo que concierne a la persona por más alejada que esté del centro de las ciudades es un tema que debe interesar a toda la comunidad nacional, puntualizó.
El defensor de los derechos humanos espera que haya una investigación profunda que determine las causas que han motivado la muerte de niños en el país, principalmente las ocurridas en los últimos días.
El punto fundamental, dijo el ombudsman hondureño, es que han violado el derecho a la vida de los niños y con ello el derecho a la familia y el derecho a la seguridad de la comunidad local y nacional.
Alrededor de 2600 niños han muerto violentamente en 78 meses
Se estima que entre el 2012 y los primeros meses del 2018, Honduras registró la muerte en circunstancias violentas de alrededor de 2600 niños o un promedio de 33 víctimas mensuales
En lo que va del 2018 más de un centenar de niños perdieron la vida violentamente que se suman a los más de 600 que murieron bajo esa circunstancia entre el 2016 y el 2017.
Alrededor del 85% de las muertes violentas contra niños, niñas y adolescentes se registran en menores con edades que oscilan entre los 12 y los 17 años.
Herrera Cáceres, considera que la muerte violenta de niños debe verse como un problema nacional que es necesario detener y anticipar por medio de la prevención.
Indicó que el impacto de las muertes violentas afecta los derechos del niño, pero también el derecho a la familia, a la seguridad de la comunidad local y por la trascendencia de estos actos, el derecho a la seguridad nacional en su conjunto.
En este sentido, señaló que la responsabilidad principal si bien es del Estado y de los padres, también abarca a la familia en su conjunto, a la comunidad y al gobierno local y una responsabilidad en particular del gobierno nacional.
Actualmente, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos impulsa la estrategia de seguridad humana para el Desarrollo Sostenible a nivel de los municipios en especial los Municipios de Bienestar Solidario distribuidos en los 18 departamentos del país.
