El ministro de Energía, Erick Tejada informó la noche de este martes a través de un comunicado que la central hidroeléctrica Patuca III ha llegado al mínimo operativo y ha parado la generación de energía.
El funcionario señaló que la ola de calor derribó toda la generación eólica y las pequeñas centrales hidroeléctricas a filo de agua están casi agotadas.
Justificó que en 4 meses han introducido 192 MW de nueva generación y 150 MVA de transformación al sistema interconectado nacional, lo cual ha sido fundamental para mejorar las condiciones.
El Valle de Sula es la zona más afectada por sobrecarga de transformadores y circuitos dañados, por lo que están tomando decisiones minuto a minuto según condiciones climatológicas y disponibilidad de energía.
Caída de energía eólica
Además, el 99% de la generación eólica se ha caído y se tienen más de 150 MW de indisponibilidad de la generación térmica debido a los daños en las unidades de generación.
La sobrecarga de transformadores e incidencia de bajo voltaje a nivel nacional, y sobre todo en el Valle de Sula, ha proliferado debido a las altas temperaturas que imperan especialmente en la zona norte del país.
La ENEE, con su Plan de Contingencia, ingresó 192 MW de nueva generación al Sistema Interconectado Nacional y 150 MVA de transformación de energía.
La ampliación de 11 subestaciones y construcción de 4 nuevas, la renovación de las centrales hidroeléctricas Francisco Morazán, Cañaveral y Río Lindo, la adjudicación de 20 transformadores de potencia para ampliar 20 subestaciones y inversión en la repotenciación de 14 circuitos de distribución gracias a los ahorros generados por la transferencia de funciones operativas de EEH a la ENEE, representan un avance importante en las inversiones históricamente postergadas en el subsector eléctrico.
Los embates a nivel regional del potente fenómeno climático actual han hecho estragos jamás vistos en los sistemas eléctricos regionales y en los niveles de contaminación observados.
“Lamentamos las declaraciones de descrédito de aquellos actores que buscan la privatización de las empresas públicas latinoamericanas y que se han valido de una problemática regional y técnica para motivar sus ataques políticos, colocando su interés privado por encima del interés público, tal y como está ocurriendo con el Instituto Costarricense de Electricidad y la Comisión Federal de Electricidad de México”, añade el comunicado de la ENEE.