El alcalde de Nueva Ocotepeque, Ocotepeque, Israel Aguilar, emitió un nuevo llamado de auxilio ante los estragos por lluvias y desbordamiento de ríos sobre diferentes comunidades en esa zona del occidente de Honduras.
Los fenómenos naturales Eta y Iota a finales del 2020 dejaron vulnerable la zona, sobre todo en áreas de influencia del río Marchala. En ese contexto, la municipalidad de Nueva Ocotepeque declaró una emergencia ante los daños que dejan las lluvias que han caído en ese sector del país y que han provocado crecida de ríos, quebradas y daños en infraestructura vial y de viviendas.
“Pedimos a autoridades del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos que envíen personal para drenar el río antes que se intensifique el invierno y deje mayores problemas en la zona. Unos 10 mil habitantes están en riesgo porque no se puede controlar el cauce del río”, alertó Israel Aguilar.
El edil dijo que se apersonó ante la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), para conseguir apoyo después del paso de los fenómenos, pero hasta la fecha no se ha tenido una respuesta. La alcaldía no cuenta con recursos para poder realizar trabajos de mitigación y hacer bordos para que el río no se desborde.
“Cada vez que llueve es preocupante porque hay muchas casas dañadas que en cualquier momento se pueden venir abajo, hay familias que han sido evacuadas, pero se necesita colocarlas en lugares seguros”, insistió el alcalde de Nueva Ocotepeque.
La problemática se agudiza ante el desplazamiento de una onda tropical que genera lluvias de moderadas a fuertes con mayor intensidad en la zona sur, centro, oriente y occidente.
El Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceánicos y Sísmicos (Cenaos), de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), piden a los bancos de pesca no faenar, en el caso de la región sur de Honduras, ante la intensidad de estas lluvias con actividad eléctrica.