Un niño hondureño de tan solo 9 años murió ahogado en el rio Bravo cuando buscaba el “sueño americano” en la frontera entre México y los Estados Unidos, informaron autoridades.
Se trata de Anderson Gabriel Vindel cuyo cadáver será repatriado a Honduras para su cristiana sepultura en Juticalpa, Olancho de donde era originario.
Vindel partió ilusionado hacia el norte en febrero junto con su madre Alba Alejandra Vindel Carrasco (25), su padre Alex Ramírez Antúnez (25) y su hermanita Sara (5).
Trascendió que el menor trataba de cruzar el rio sujetado de la mano de sus padres, pero fue arrastrado por las fuertes corrientes.
Personal del Grupo Beta o servicio del Instituto Nacional de Migración de México que ofrece agua, asistencia médica e información a inmigrantes en riesgo, rescató el cuerpecito del menor.
Anderson Gabriel se suma a decenas de migrantes que cada año mueren por las fuertes corrientes que se forman en esa frontera natural con 3,000 kilómetros de longitud entre México y los Estados Unidos.