Unos 35 mil pobladores repartidos en 40 comunidades de El Merendón han sido beneficiados por la Municipalidad de San Pedro Sula, que dirige el alcalde Armando Calidonio, a través de diversos proyectos que van desde mejoramiento de escuelas y centros de salud, reparación de puentes peatonales, mantenimiento de carreteras, donación de transformadores, instalación de macrotúneles, creación de viveros y reforestación de cuencas de agua y otras áreas con más de 400 mil plantas.
El alcalde Calidonio, aseguró que preservar esta sierra va más allá de arborizar las cuencas o reforestar diversas zonas, sino también de lograr el equilibrio adecuado entre los 35 mil ciudadanos que vive en esas comunidades y el ambiente, evitando con ello un impacto negativo en las fuentes de agua o en los bosques.
“Desde el inicio de nuestra administración hemos apostado a preservar nuestro Merendón, ya que consideramos de suma importancia cuidarlo, por ello hemos desarrollado hasta un Cabildos Abierto, haciendo parte a los pobladores de las decisiones positivas que como Corporación hemos tomado para beneficio de estos, pues siempre hay que hacer lo correcto aunque sea más difícil”, recalcó el jefe edilicio.
Sobre las obras que se han desarrollado y estan en ejecución en las comunidades de El Merendón, Rodolfo Díaz, miembro de la Confederación de Patronatos de El Merendón, dijo que “hemos tenido un apoyo como nunca antes, administraciones municipales llegaban y se iban, pero ha sido hasta ahora con el alcalde Armando Calidonio que vemos un cambio, las obras pueden disfrutarse y como pobladores hemos dejado de sentirnos marginados, ahora somos parte de la ciudad y su desarrollo”.
El apoyo municipal sigue y suma pues están por iniciar tres proyectos de agua potable en las aldeas Remolino II, Naranjito y Tomalá. Además del banco de germoplasma El Pastal, cuyo objetivo es regenerar todas las especies que están en peligro de extinción en la zona de reserva.
MEDIO AMBIENTE
Con la creación de viveros municipales en las aldeas Ladrillos, Buenos Aires, Gallito y Tomalá, la alcaldía sampedrana busca la protección del medio ambiente y la reforestación de cuencas, microcuentas y también de áreas afectadas por plagas e incendios. Se ha logrado plantar más de 400 mil árboles en tres años y medio.
“El alcalde Calidonio se ha preocupado por la protección de El Merendón, pero también por educar y concienciar a niños, jóvenes y adultos sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente. Con los macrotúneles llegaron también las jornadas de capacitación sobre uso del suelo, la no quema de parcelas y la implementación de cultivos amigables con el ambiente”, resaltó Díaz.
Jesús García es el encargado del vivero municipal de la aldea Tomalá y asegura que semanalmente entregan entre 300 y 400 arbolitos a pobladores que no sólo los siembran y están pendiente de su cuidado, sino que motivan a otros residentes a seguir el ejemplo.
“Tenemos diversidad de especies maderables, frutales y para sombra, los productores de café vienen a pedir para sembrar en sus parcelas. El vivero mantiene en existencia 30 mil arbolitos y se les entrega gratuitamente, estamos coordinando con las instituciones educativas que también quieren participar en el tema de la reforestación, buscando hacer conciencia entre niños y adolescentes”, afirmó.
La comuna sampedrana firmó con la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano un convenio para el apoyo técnico y el fortalecimiento de las áreas de ambiente, emprendimiento e innovación dentro de El Merendón.
Se ha contratado guardas forestales para que cuiden la cordillera las 24 horas y se han organizado campañas de reforestación masiva con la participación de colaboradores municipales, centro educativos e iglesias. Además la Municipalidad se ha sumado a iniciativas del Gobierno Central como “Honduras Siembra Vida”.
EDUCACIÓN Y SALUD
El apoyo municipal a la educación ha sido fundamental aseguran los maestros y padres de familia, pues los escolares han dejaron a un lado las galeras y las aulas con goteras por salones de clases dignos, equipados con bodegas y cocinas. Algunas escuelas fueron remodeladas y ampliadas y otras se edificaron desde cero, devolvieron a los pequeños la alegría y la motivación por aprender.
Raúl Méndez maestro de la escuela Héctor Portillo Valle de la aldea El Porvenir, comentó que el alcalde Armando Calidonio hizo realidad, en menos de un año, el sueño que anhelaron por más de dos décadas.
“Nuestros 22 alumnos recibían el pan del saber bajo 6 horcones y 7 láminas de zinc lo que causaba ausentismo escolar en época lluviosa. Por la falta de escuela muchos lugareños crecieron sin saber leer ni escribir y otros aprendieron a medias porque viajar a pie hasta la vecina comunidad La Fortuna era difícil, ante todo cuando llovía. La mayoría terminó abandonando las aulas a mitad del período”, contó.
“Afortunadamente la respuesta del alcalde fue oportuna, este proyecto fue difícil porque la aldea es muy remota, el acceso es únicamente con vehículo doble tracción, el acarreo de materiales resultó dificultoso, pero finalmente se construyó y la comunidad está aportando lo único que tiene: su infinito agradecimiento al alcalde Calidonio”, añadió.
Maximiliano Natarén, presidente de la asociación de padres de familia de El Porvenir, calificó de “preciosa” la escuela. “Siempre decíamos con los vecinos que algún día llegaría un alcalde que nos escucharía y ese fue Calidonio”, sostuvo.
En la comunidad La Fortuna la Municipalidad inició la remodelación de la escuela Marco Aurelio Soto, donde casi 70 niños reciben clases en los 6 grados. El presidente del patronato, Armando Delcid Reyes, manifestó que el centro fue construido hace casi 20 años y desde entonces no recibía mantenimiento.
El maestro encargado, Marcos López, señaló que entre las mejoras resaltan el cambio de techo, instalación de cielo falso, cerámica, pintura y reconstrucción del cerco perimetral.
En el tema de la salud El Merendón también ha recibido apoyo municipal pues se mejoraron los centros de Tomalá, Santa Marta de Río Frío y Buenos Aires, donde además se han construido cubículos para el servicio de odontología.
María Ayala, enfermera auxiliar del centro de salud de Tomalá, expresó que anteriormente atendían en un espacio hacinado por lo que tenían que realizar un procedimiento a la vez, alargando la espera de los pacientes. “Ahora contamos con sala de espera, un consultorio, farmacia, área para nebulizaciones y curaciones y recientemente se concluyó la construcción de un cubículo para el servicio de odontología. Atendemos un promedio de 30 pacientes diarios, pero hay ocasiones que recibimos hasta 60”, dijo.