El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, estuvo de acuerdo con una sugerencia planteada en una entrevista el jueves de que es posible que Dios haya traído a Donald Trump para ser presidente con el fin de proteger a Israel de Irán.
En una entrevista en Jerusalén, Chris Mitchell, del Christian Broadcast Network, le preguntó a Pompeo: “¿Podría ser que el presidente Trump en este momento haya sido elevado para un momento como este, al igual que la reina Esther, para ayudar a salvar al pueblo judío de la amenaza iraní?”. Esther es la principal heroína de la festividad judía de Purim, que se celebró esta semana.
“Como cristiano, ciertamente creo que eso es posible”, dijo Pompeo.
Pompeo agregó que está “confiado en que el Señor está trabajando aquí” pues ve la “extraordinaria historia de la fe en este lugar y el trabajo que nuestro gobierno ha realizado para garantizar que esta democracia en el Medio Oriente, que este estado judío, permanezca”.
Las declaraciones se produjeron poco después de que Trump anunciara que EE.UU. reconocerá la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, anulando la antigua política de los EE. UU. sobre el área, que fue tomada de Siria durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
El contralmirante retirado John Kirby, ex portavoz del Departamento de Estado, quien es ahora un analista militar y de diplomacia de CNN, criticó a Pompeo por los comentarios.
“La afirmación del secretario Pompeo de que el presidente Trump pudo haber sido enviado por Dios para salvar a Israel sería ridícula si no fuera otro indicio de que nuestro secretario de Estado cruza imprudentemente la línea que debería existir entre la Iglesia y el Estado”, dijo Kirby. “La idea misma de que hay algo bíblico en el proceder de la diplomacia, que la política exterior es una especie de esfuerzo evangélico y que el presidente estadounidense es el único defensor de los valores judeocristianos, da consuelo a los extremistas que ven a Occidente como cruzados y malestar a aquellos que ven a Estados Unidos como el protector de la libertad religiosa y cívica. Lo que dijo no solo es vergonzoso: es peligroso e irresponsable”.
Pompeo no es el primer funcionario prominente del gobierno Trump que sugiere que Dios quería que el magnate de bienes raíces de Nueva York se convirtiera en presidente. En enero, la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, le dijo a CBN: “Por eso está allí”.
El jueves, Pompeo también utilizó la entrevista para analizar la política doméstica y la controversia que rodea a la representante Ilhan Omar, un demócrata de Minnesota cuya reciente crítica de Israel y la política de Estados Unidos hacia el estado judío ha sido criticada como antisemita.
“El aumento del antisemitismo en Estados Unidos y en Europa y, francamente, en todo el mundo, es algo muy perturbador, y ver que alguien, un congresista debidamente elegido, se comporte de esa manera, para hablar sobre el antisemitismo de esa manera, es motivo de gran preocupación. Me preocupa mucho”, dijo Pompeo, quien hizo comentarios similares en Jerusalén el día anterior.
En la entrevista del jueves, Pompeo no abordó las acusaciones de que el propio gobierno de Trump haya demostrado previamente insensibilidad hacia el antisemitismo, sobre todo la tibia respuesta del presidente a las marchas blancas nacionalistas en Charlottesville, Virginia, que estuvieron marcadas por cánticos de “los judíos no nos reemplazarán”.
Pompeo viajó a Jerusalén esta semana como parte de una gira más grande por el Medio Oriente. Durante su visita, visitó el Muro Occidental con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se enfrenta a la reelección el próximo mes. Netanyahu tiene programado visitar Estados Unidos y reunirse con Trump la próxima semana.
Pompeo continúa sus viajes al extranjero con una visita al Líbano el viernes.