TEGUCIGALPA. Según datos procesados por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, mensualmente pierden la vida entre 13 y 15 personas vinculadas al transporte público en Honduras
La extorsión, los asesinatos de operadores del transporte, lo asaltos a los pasajeros y otros hechos criminales, se convirtieron en el común denominador y en la razón por la cual los empresarios, conductores y ayudantes han paralizado sus actividades en repetidas oportunidades.
La entrada en funcionamiento de la Fuerza de Seguridad para el Sector Transporte, es parte de una vieja demanda de la población y de los mismos operadores del rubro.
Desde hace más de tres años, las autoridades gubernamentales se habían comprometido a reforzar las medidas de protección, pero no ha sido sino hasta ahora que ha lanzado un cuerpo élite encargado de contrarrestar a las bandas criminales.
La agrupación que ha salido para enfrentar a los malhechores que se han dedicado a atacar al sector transporte, está integrada por un número de cien efectivos que luego se incrementará a 500 agentes con un área de influencia en algunas rutas de las ciudades más importantes.
En 2016, funcionarios de rango superior de la Administración Central anunciaron que la Policía Nacional y la Policía Militar iban a unir esfuerzos para focalizar las rutas del transporte y brindar seguridad en aquellos lugares más impactados por la delincuencia.
Las acciones no fueron llevadas a la práctica y la situación se agravó aún más desde esa fecha. En 2017, los transportistas desarrollaron nuevas jornadas, con el fin de exigir que fuesen adoptadas disposiciones drásticas contra las bandas que siembran el pánico en el sector.
Transportistas fortalecen reclamos
Los transportistas han fortalecido sus reclamos, pues -a su juicio- las autoridades han hecho poco o casi nada para disuadir a los sujetos asociados que viven de la extorsión.
En 2015 ó 2016, el Gobierno había designado elementos de la Policía Militar al resguardo de los operadores y usuarios de un número reducido de las unidades de transporte urbano; sin embargo, la situación no mejoró.
La Fuerza de Seguridad para el Transporte Urbano que ha sido conformada es un nuevo esfuerzo tendiente a sacar de circulación a los antisociales que implantan el terror en el rubro.
Uno de los principales situaciones que hay que desentrañar es la infiltración de maras y pandillas, así como las redes confrontadas e integradas por los mismos miembros del transporte.