Los restos de 10 personas que fueron asesinadas en menos de 24 horas durante el fin de semana en el sur de Honduras permanecen sin reclamar en la morgue de Medicina Forense de Tegucigalpa.
Los cuerpos de una pareja de esposos, quienes fueron ultimados la noche del domingo en Nacaome, Valle, se encuentran a la espera de la autopsia y aún no han sido identificadas. Según reporte preliminar son originarios de la Isla de Amapala, Valle.
Las muertes se suman a otros ocho cadáveres procedentes del sur de Honduras, entre ellos, las cinco personas asesinadas el sábado a tiros en el departamento de Valle, dentro de las cuales se encuentra una mujer y un niño de 10 años.
El crimen múltiple de cinco occisos se registró en el municipio de San Lorenzo, donde, según versiones de testigos, las víctimas fueron atacadas por hombres que ingresaron por la fuerza a la humilde vivienda, según un informe policial.
Cuatro de las víctimas, que no han sido identificadas y al parecer son miembros de una misma familia, murieron en el interior de la vivienda, mientras la otra falleció en un hospital de la zona a la que fue trasladada herida.
IMPARABLES MASACRES
En lo que va de 2022 durante el gobierno de la presidenta Xiomara Castro han muerto unas 75 personas en 20 crímenes múltiples, según cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Las autoridades hondureñas atribuyen la violencia criminal en parte al crimen organizado, el narcotráfico y pandillas, conocidas como “maras”, sin embargo, la incapacidad de las fuerzas del orden permite que se sigan cometiendo crímenes en total impunidad.
Las pandillas “MS” (Mara Salvatrucha) y la “Barrio-18”, son las más temibles y ambas mantienen una lucha por territorios que controlan en varias ciudades del país centroamericano, según las autoridades.
Honduras figura entre los países que tienen los índices de violencia más altos del mundo, sin vivir en guerra, con un promedio de entre diez y trece asesinatos al día, según fuentes oficiales