El infierno se desató en pleno viernes de oración en dos mezquitas en la localidad de Christchurch en Nueva Zelanda, este viernes, en el peor tiroteo masivo de la historia del país.
El saldo: 49 muertos, 48 heridos, cuatro detenidos (uno luego fue dejado en libertad), y uno de ellos un australiano de casi 30 años (cuya identidad no fue revelada) acusado de homicidio.
“Esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista”, afirmó la primera ministra, Jacinda Ardern, en una comparecencia emitida en directo desde Wellington, donde confirmó la detención de tres hombres y una mujer que no estaban fichados por las autoridades.
Ardern calificó los ataques de “extrema ideología” como “un acto de violencia extraordinario y sin precedentes” en lo que calificó como “uno de los días más negros de Nueva Zelanda”, un país que es “abierto y diverso”.
Los asaltantes causaron 30 fallecidos en la mezquita de Al Noor y otros 10 muertos en el Centro Islámico Linwood en un ataque dirigido, según la policía, contra inmigrantes y musulmanes.
Además, 48 personas, incluidos niños, están siendo atendidas por heridas de bala en el hospital de Christchurch, con lesiones que “oscilan entre graves a leves”, según las autoridades sanitarias de Canterbury, la región donde se encuentra Christchurch. Una docena de heridos tuvieron que ser operados de urgencia.
Masacre transmitida en directo
Uno de los tiroteos fue transmitido en directo a través de las redes sociales por uno de los asaltantes, que aparece con ropa militar dentro del centro de culto disparando a bocajarro a varias personas con un arma automática de la que cambió el cargador al menos dos veces.
En las redes sociales también circula un manifiesto de los asaltantes con calificativos peyorativos contra los musulmanes.
Uno de los detenidos ya ha sido acusado de asesinato por la Policía, mientras de los otros tres, dos estaban en posesión de armas y se investiga su implicación, y la cuarta persona no tenía ninguna relación con el caso y ha sido puesta en libertad.
El acusado es un hombre de cerca de 30 años que pasará mañana a disposición judicial, dijo el comisionado de la Policía, Mike Bush, en rueda de prensa.
Bush no confirmó si el incriminado es Brenton Tarrant, un australiano originario del estado de Nueva Gales del Sur, como indicó una fuente policial australiana a la televisión TVNZ, pero el primer ministro de Australia, Scott Morrison, confirmó que uno de los detenidos es de esa nacionalidad.
“Estamos horrorizados, consternados, indignados y condenamos absolutamente este ataque cometido hoy por un terrorista violento extremista de derechas”, dijo Morrison, que mostró su solidaridad con el país vecino.
Bush dijo que la policía desactivó dos artefactos explosivos hallados en un auto. Agregó que uno fue desactivado y que los agentes estaban en proceso de desactivar el segundo.