Al menos tres personas, miembros de una misma familia, fueron asesinadas el pasado domingo en una aldea del departamento de Santa Bárbara, en el occidente de Honduras.
La impunidad en el gobierno de Xiomara Castro es el gran escollo para los derechos humanos en Honduras, ya que la mayoría de crímenes quedan sin investigar o se resuelven de manera ineficiente, de acuerdo a expertos.
Según la información, el último crimen múltiple se registró en una finca de pimienta, en la aldea Arenal.
Las víctimas de la masacre identificadas como José Jovel López Hernández, su esposa; Elsa María Hernández Hernández, y su hijo Fredy Fernando Tróchez Hernández.
Los padres y uno de sus hijos, Fredy, murieron en el lugar del crimen, mientras que Leiby y Yoly, quienes son otros dos hermanos se encuentran en un hospital de San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
Honduras sufre una violencia criminal que, según fuentes policiales y de organismos de derechos humanos, a diario deja entre diez y trece muertos.
RECOMPENSA
Unidades especiales de la Policía Nacional le siguen el rastro al presunto asesino de tres miembros de una misma familia, hecho suscitado en el municipio de Ilama, Santa Bárbara, la tarde del domingo.
El presunto asesino fue plenamente identificado como Óscar Omar Zuniga Fernandez, de 47 años, quien llegó a una propiedad en la aldea Arenales, municipio de Ilama, atacando con arma de fuego a las personas que ahí se encontraban.
Producto de los disparos fallecieron en el lugar José Jovel López Hernández (64), su compañera de hogar Elsa María Hernández Hernández (50), y su hijastro Fredy Fernando Trochez Hernández.
Dos personas más, del sexo femenino, resultaron con heridas de bala, por lo que fueron trasladadas a un centro sanitario de la localidad donde están bajo observación médica y resguardo policial.
Información preliminar, recolectada en la escena del crimen, indica que Zuniga Fernandez mantenía una relación sentimental con una de las mujeres heridas, por lo que las primeras líneas de investigación apuntan a un posible crimen de índole pasional.
Con el fin de agilizar la detención del presunto asesino, la Secretaría de Seguridad ofrece una recompensa de 100,000 lempiras a quien brinde información fidedigna que lleve a la identificación, ubicación y captura del responsable.