España registraba este domingo 288 fallecidos, 100 más que el sábado, y 7.753 infectados, más de 2.000 que la víspera, por COVID-19, informó el ministerio de Sanidad con cifras compiladas hasta las 12H00 GMT.
La actualización del balance se conoce después de que la noche del sábado el gobierno decretara el estado de alerta e impusiera serias restricciones al movimiento de sus habitantes, en un intento de frenar la escalada de contagios en España, el segundo país europeo más afectado después de Italia.
El último balance del sábado daba cuenta de 5.700 casos. Añadiendo los fallecimientos en Madrid, la región más afectada con la mitad de los infectados, al menos 183 personas habían muerto hasta ese momento.
Este domingo, 382 personas se encontraban en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) en hospitales. Del total de casos, 517 han superado la enfermedad, agregó el ministerio de Sanidad.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunció la noche del sábado el confinamiento casi total del país de 46 millones de habitantes, que sólo podrán salir de sus casas para comprar alimentos o medicinas, ir a trabajar o cuidar a personas dependientes.
Todos los comercios no esenciales, escuelas, museos, restaurantes y centros deportivos están cerrados en toda España, mientras que las procesiones religiosas previstas para Semana Santa fueron canceladas en ciudades como Sevilla, Andalucía (sur).
Sánchez indicó que el ejército podría movilizarse para asegurar el cumplimiento de las restricciones. El ministerio de Defensa informó este domingo en la red Twitter que unidades militares de emergencia comenzaron este domingo a hacer “reconocimientos previos” en ciudades afectadas, como Madrid, Valencia, Sevilla y Zaragoza.