Ocho crimenes perpetrados solo esta mañana estremeció a la población hondureña sumergida en una ola de violencia, entre ajustes de cuentas y por extorsión en diferentes sectores del país y una tasa que avanza hacia los 40 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el Observatorio de la Violencia.
El primer crimen contra José Gómez. se registró en El Tablón, valle de Zambrano en la periferia de Tegucigalpa, a inmediaciones de la carretera hacia San Pedro Sula.
Luego en un camioncito se encontraron tres hombres muertos en la Residencial El Limonar en San Pedro Sula, zona norte de Honduras.
También se reportó el crimen del motorista German Villanueva (23) de la empresa Tela Express cerca del Aeropuerto Ramón Villeda Moraes.
En la colonia Calpules en Tegucigalpa apareció ejecutado un hombre a la par de un un contenedor de basura.
En el rio Choluteca fue encontrado un cadáver flotando sobre agua estancada en la poza “El Banco”, arrastrado desde algún secyor capitalino, aunque este caso no se ha esclarecido si es muerte violenta o desaparecido producto de las lluvias. Mientras, en Chilapa, Catacamas un joven fue acribillado a balazos por sujetos no identificados.
Cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), alertan que los homicidios se incrementaron en un 13 por ciento este año en comparación a los registrados en el 2020. “Si la situación, Honduras cerraría con una tasa de 40 homicidios por cada 100 mil habitantes”, estimó Migdonia Ayestas del OV-UNAH.
La tasa de homicidios en el 2020 fue de 38.9, amplió Ayestas, este año aumentaría 1.1 puntos porcentuales.
Previo al cierre del primer semestre del año, ya suman 200 homicidios más en relación a los ocurridos el año anterior, eso indica un aumento del 13 por ciento de las muertes violentas en Honduras, explicó.
“Este año se registran 1,711 homicidios y eso es preocupante para el país”, dijo para luego referir que Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma, La Ceiba, El Progreso y Santa Bárbara, son los municipios más violentos.
Las ciudades antes mencionadas, son las afectadas de Honduras, por las maras y pandillas, criminalidad organizada, narcotráfico y extorsión, entre otros flagelos.
“Las estrategias de prevención coordinadas por el Estado de Honduras no están funcionando, no están dando resultados, por lo que ya dieron lo que tenían que dar, se necesitan cambios”, concluyó.