Un demócrata de alto rango exigió la renuncia de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, durante una audiencia de la Comisión Judicial del Senado en la que legisladores de ambos partidos censuraron la política del gobierno del presidente Donald Trump de separar a los niños migrantes de sus padres detenidos y las acciones fallidas de este para reunir de nuevo a la mayoría con sus progenitores.
El líder demócrata número dos en el Senado, Richard Durbin, de Illinois, dijo que la política “muestra los extremos a los que irá este gobierno, castigar a las familias que huyen de una horrible violencia de pandillas e índole sexual y que buscan refugio en Estados Unidos”. “Alguien en este gobierno debe asumir la responsabilidad”, agregó.
La exigencia de Durbin posiblemente será ignorada y el portavoz de Seguridad Nacional, Tyler Houlton, afirmó de inmediato en un comunicado que Nielsen “realiza el trabajo para el que fue nombrada, ratificada y juramentada” y afirmó que “los obstruccionistas en el Congreso” deberían aprobar nuevas leyes para la protección de las fronteras de Estados Unidos.
Sin embargo, la política de “tolerancia cero” del gobierno para enjuiciar a los migrantes que ingresen sin permiso en Estados Unidos, que incluye la separación de miles de niños de sus padres, ha sido censurada por ambos partidos este año electoral.
El presidente de la comisión, el republicano Charles Grassley, de Iowa, dijo que el combate a las personas que cruzan ilegalmente la frontera con México era bien intencionada pero tuvo consecuencias imprevistas.
Señaló que el gobierno ha “abordado en forma incorrecta” la separación de las familias. También mencionó que los inmigrantes han sufrido abusos sexuales y de otro tipo en algunos centros de detención del gobierno y señaló que esas personas deben recibir un trato humano.
“Estas denuncias de abusos son perturbadoras en extremo y deben ser atendidas”, escribieron Grassley y Feinstein. “Este no es un asunto partidista debido a que las versiones dejan entrever que han ocurrido durante años. Las familias y los menores inmigrantes bajo custodia federal merecen ser tratados con respeto y dignidad humana, y jamás deberían ser sometidos a esas formas de abuso”.
(Fuente: agencias)