Primicia Honduras Diario Digital Por: Dr. Carlos Colombo
No fue sólo un discurso de campaña: Donald Trump realmente ha sido uno de los presidentes más antiinmigrante de la historia moderna. En 2017, el estado de Florida mostró un aumento considerable en el número de deportaciones. Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) deportaron a 6,192 inmigrantes en Florida, Puerto Rico y las Islas Vírgenes, lo que representa un aumento del 75% respecto a 2016 (cuando sólo 3,524 personas fueron deportadas). La Oficina de migración en Miami también deportó a 7,082 personas, un aumento del 27% respecto a 2016.
Florida ha sido desde hace mucho un punto estratégico para la inmigración debido a su proximidad a muchas islas caribeñas y a América del Sur. La cantidad de inmigrantes a Florida contribuye a su rica cultura, sus vibrantes ámbitos musicales y gastronómicos, así como sus tradiciones. Sin embargo, también hace de Florida un objetivo para los agentes del ICE que buscan deportar a personas que puedan estar en el país de manera ilegal.
Bajo la administración del presidente Trump, la manera en que están ocurriendo las deportaciones es profundamente perturbador. El antiguo Secretario de Seguridad Nacional, el General John Kelly, quien es el actual Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, ha ordenado a ICE que caracterice a los inmigrantes sin documentos como criminales. Así puede justificar las redadas agresivas contra inmigrantes, en particular aquellos sin antecedentes criminales. En una orden ejecutiva de enero de 2017, el presidente Trump revirtió la directiva del presidente Obama de priorizar la deportación de inmigrantes indocumentados que hubiesen sido arrestados por delitos violentos. Ahora, los agentes del ICE usan una variedad de tácticas para detener a floridanos que son respetuosos de la ley en todos los demás aspectos, como esperar afuera de los tribunales para arrestar a inmigrantes que acuden por diversos motivos. De hecho, la presencia de los agentes del ICE en los tribunales aumentó en un 900% más de lo que lo hacían con el presidente Obama para arrestar a inmigrantes indocumentados.
ICE también está colaborando con agencias de fuerzas del orden local de Florida para ampliar el enfoque de sus acciones. Diecisiete condados de Florida han acordado utilizar sus cárceles como una especie de sistema de alojamiento para ICE. Si un inmigrante indocumentado es arrestado por una fuerza del orden local, un acuerdo entre el gobierno federal y esas agencias les permitirán retenerlos en la cárcel por 48 horas más después de su liberación programada. Esto le dará tiempo a ICE para llegar a la cárcel y tomar custodia de ellos para comenzar los procedimientos de deportación.
Quizás lo más perturbador sea que muchas familias de Florida han sido separadas por este proceso desde que el presidente Trump asumió sus funciones. Debido a que la prioridad ya no son aquellos inmigrantes indocumentados que hayan sido arrestados por delitos violentos, cualquiera que esté en Florida sin papeles puede ser sujeto a detención y deportación, aún si han vivido en los Estados Unidos durante décadas y tienen una familia. Un hombre de Florida está siendo deportado de regreso a México luego de vivir en los EE. UU. por casi veinte años. Tanto su pareja como sus seis hijos son todos ciudadanos estadounidenses, y esperan para mayo un séptimo bebé. Aunque este hombre no tiene antecedentes criminales, sólo el hecho de ser indocumentado es suficiente para que sea deportado bajo las políticas de la administración Trump. Su familia no tiene forma de sustentarse una vez que él sea deportado a México.
Si bien las deportaciones de inmigrantes indocumentados siempre han sido una posibilidad, el peligro de ser detenido no ha dejado de aumentar desde que el presidente Trump asumió su cargo. Su administración ha tomado medidas para señalar a todos los inmigrantes indocumentados como criminales y ha abandonado todas las políticas que se enfocaban en inmigrantes indocumentados que fuesen criminales. En su lugar, cualquier inmigrante que haya ingresado al país en forma ilegal podrá ser deportado, aún si es respetuoso de la ley y ha echado raíces en los Estados Unidos.
En Florida, donde hay una gran población de inmigrantes, la cantidad de deportaciones ha aumentado, y es probable que continúe en ascenso mientras el presidente Trump sigue impulsando su postura de mano dura en el tema de inmigración.
Autor: Dr. Carlos Colombo
Socio fundador de la firma de abogados Colombo & Hurd, PL, en la cual lidera las prácticas de derecho corporativo, internacional e inmigración de la firma. Ayuda a individuos en la obtención de visas temporales y estatus de residente permanente en una variedad de categorías de visas, entre ellas la visa de inversión EB-5.
