Un jueves sangriento reporta personal del Departamento de Ciencias Forenses del Ministerio Público (MP) con una cadena de crímenes en diferentes sectores de Tegucigalpa, capital de Honduras y en la zona norte.
En el sector 5 de la colonia Villanueva, extremo oriente capitalino, desconocidos mataron a cuchilladas a un agente de la Policía Nacional en pleno cumplimiento de sus funciones.
Mientras, en la colonia Nueva Santa Rosa mataron a Marlon Omar de unos 33 años, un pintor de autos que se congregaba en una iglesia evagélica a quien lo persiguieron varias cuadras hasta liquidarlo con extrema saña por móviles que ningun poblador se explica.
Según declaraciones de su tía, Marlon ¨era padre de un niño de 10 años de edad, muy trabajador y no le tenían problemas con nadie¨, pero al parecer este fu atacado por desconocidos.
¨Él dejó la moto, de seguro ya lo venian siguiendo, por eso corría por las gradas¨. al parecer el difunto, había dejado olvidado un liquido para su motocicleta, razón por la cual dejo su casa y fue el momento en que lo atacaron
En medio de su consternación, la tía de Marlon, recordó que este día se celebraba el cumpleaños de su sobrino a la vez que recordó que la justicia de Dios alcanza a todos.
Casi a la misma hora trascendió el crimen de Jonathan López de 30 años, un albañil en la colonia Nueva Capital a quien lo engañaron para caer en la “boca del lobo” mediante una llamada telefónica con el cuento de que le habían conseguido un trabajo.
Más temprano, la joven Maryuri Michelle Mejía Castillo (22) era buscada desde que fue sacada por la fuerza esta madrugada en ropa de dormir por al menos cinco hombres fuertemente armados, aparentemente integrantes de la pandilla 18, en esa misma colonia y se la llevaron para matarla por móviles no establecidos.
Asimismo se encontró el cadáver maniatado y ejecutado de un hombre en una zona montañosa de Choloma, esto en la periferia de Cortés en la zona norte de Honduras. Las escenas dantescas se extendieron con el hallazgo de un cadáver putrefacto en los excampos bananeros de El Progreso, Yoro, siempre en la zona norte de Honduras.