El jefe de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) comisionado de la Policía Nacional, Rommel Martínez, aseguró que no tiene nada que contestar a interrogantes que la madre de Keyla Martínez le remitió sobre la muerte de la joven universitaria a través de una carta, porque desconoce avances de la investigación.
La estudiante de enfermería Keyla Martínez murió, hace dos meses, mientras estaba detenida en una celda policial en La Esperanza, Intibucá, en el occidente Honduras en un caso donde la policía argumenta que fue suicidio, pero la madre sostiene que fue un asesinato.
“No puedo responder a ninguna interrogante, ni como avanzan las investigaciones; ya que el caso no está asignado a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), fue asignado por disposición del Ministerio Público, a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC)” expuso el oficial.
Elementos de la Policía Nacional detuvieron a Keyla Martínez y a un doctor en una calle de La Esperanza, donde una patrulla los había interceptado tras recibir una denuncia por “escándalo en la vía pública”.
Posteriormente encerraron a ambos en bartolinas separadas en esa estación policial y la jovencita murió por “asfixia mecánica” según el Ministerio Público (MP).
“Por transparencia la ATIC es quien conoce de los avances y son los que manejan el detalle del expediente investigativo; pero, estoy a la disposición del Ministerio Público, sí lo requiere, para que la DPI colabore en lo que ellos crean que es pertinente”, concluyó el funcionario policial Rommel Martínez.
Doña Norma Martínez le envió una carta al comisionado Martínez donde le expone que su hija Keyla era muy valiosa para ella. Además exige el peso de la ley contra un oficial de policía y sus subalternos que estaban asignados en la estación policial donde la universitaria murió.