Al momento de encarar los nuevos desafíos que deben adaptarse, modificar y/o confrontar con el estatus laboral actual, son las ideas originales, la manera de implementarlas y las personas que las desarrollan lo que diferencia el negocio o el fracaso de un emprendimiento.
Cada persona tiene sus herramientas, algunos fortalezas, otros talentos, como así también debilidades. Sin embargo, más allá de lo genético-social también se encuentran las características de género.
En ese sentido, las mujeres aventajan al hombre en la pasión y la capacidad de ponerse en el lugar del otro, entre otras virtudes que les permiten afrontar de manera competitiva y liderar empresas exitosas.
El emprendedurismo femenino es una tendencia que crece a nivel mundial. También, en Argentina, aunque por múltiples factores en el país la mayoría lo hacen por necesidad. Los principales motivos que las promueven a crear sus propias compañías son la búsqueda de independencia, el balance entre la vida familiar y laboral y la realización personal. Además les atrae convertirse en sus propias jefas. Desde distintos lugares, los hombres tienen como principal móvil el dinero.
El fenómeno de este auge es la capacidad de la mujer de ofrecer productos y servicios innovadores en sus negocios. Los analistas resaltan que a diferencia del sexo opuesto son menos egoístas, no buscan la trascendencia individual, reconocen sus fortalezas y debilidades, y tienen un mayor sentido resolutivo: frente a situaciones desfavorables alcanzan soluciones propias.
Pioneras, arriesgadas, lideres, hoy las referentes brindan cursos motivacionales y consejos para que las mujeres puedan llevar a cabo sus propios proyectos. Además impulsan a más consultoras a unirse al equipo de trabajo para poder desarrollar tareas de manera independiente.
Bajo esta línea de conceptos trabaja la asociación Marianne Argentina, una ONG que surgió en 2010 como una organización de mujeres francesas y argentinas, emprendedoras, profesionales y referentes en sus respectivas áreas, con el fin de ser un camino de unión entre Argentina y Francia, profundizando los lazos entre ambos países a través de sus socias, todas ellas destacadas en los negocios, las ciencias, el arte y la cultura.
Saludo la diversidad y el dinamismo de esta asociación
Ustedes son mujeres emprendedoras en el campo de los negocios, de las artes, de los medios. Son una pasarela entre Francia y Argentina”, había dicho Pierre Henri Guignard, embajador de Francia en Argentina, en la asamblea plenaria que enmarcó la constitución legal de Marianne el pasado 8 de marzo.
En aquella ocasión, enumeró también las tres misiones que, en su opinión, tiene el ente: “Primero, una labor feminista que debe ser ejemplar y solidaria. Segundo, ser una red de influencia, a partir de una hermandad femenina que hace la fuerza, y que ayuda a las mujeres a ocupar su lugar en la sociedad. Y tercero, ser un think tank de ideas y propuestas para cambiar las cosas”.
Como parte de sus estrategias, la asociación ha instituido desde este año el Premio Marianne, cuyo objetivo es identificar y recompensar a mujeres audaces que hayan desarrollado un emprendimiento innovador, que contribuya a la problemática social y/o ambiental del país, mientras que el premio consiste en un intercambio en Francia que le posibilitará extender su idea en el país galo, en el cual se la recibirá con una agenda con las principales instituciones locales.
“Es una oportunidad para las chicas que emprenden. Si yo hubiera tenido esta ayuda con mi empresa hace 9 años habría ahorrado plata y tiempo”, comentó Constanza Moderc, en dialogo con Infobae.
El jurado estará integrado por Ralph Haiek, presidente del INCAA, Isela Constantini, Marcelo Elizondo, Silvia Fernández Carbonell y Silvia Taurozzi. Las candidatas tienen como plazo límite para presentar sus proyectos (con el requisito de al menos 2 años de operación) hasta el 30 de junio. El resto de las bases del concurso, se pueden encontrar en la página de la asociación.
Fuente: Infobae.com