Uno de los icebergs más grandes de la historia se desplaza a la deriva por el océano, según han revelado imágenes satélite.
Es diez veces más grande que Madrid, mide 5.800 kilómetros cuadrados, y ha avivado entre algunos el temor de que implique catastróficas consecuencias.
“Después de un movimiento inicial de ida y de vuelta, el iceberg de Larsen C, A68, parece estar a la deriva”, compartió en Twitter el profesor de la Universidad de Delft en los Países Bajos, Stef Lhermitte, junto a imágenes del satélite de la Agencia Espacial Europea y de la NASA.
The slow drifting of #LarsenC 's #A68 iceberg from @NASAEarth 's #MODIS and #VIIRS. Check the polynya (open sea) when the drift starts. pic.twitter.com/DBtNH9o3Ys
— Stef Lhermitte (@StefLhermitte) September 15, 2017
#LarsenC 's iceberg #A68 continues to drift in the today's 16/9 vs. 13/9 @ESA_EO #sentinel1 composites pic.twitter.com/e8ncIv59v9
— Stef Lhermitte (@StefLhermitte) September 16, 2017
En función de las corrientes marinas y de la topografía de los fondos marinos, los icebergs pueden permanecer en la misma posición o moverse sin control.
En este caso, el llamado A68 se desprendió de la Plataforma de Hielo Larsen C de la Antártida en julio. Desde entonces, el trozo de hielo de un billón de toneladas ha cambiado regularmente de posición.
En cuanto a sus posibles efectos, han surgido distintas opiniones. La física del Instituto Nacional de Investigación del agua y la atmósfera, Natalie Robinson, ha transmitido a The Independent un mensaje tranquilizador alegando que se trata de un “suceso normal” y “muy diferente al colapso de otros glaciares”.
Panorama es alarmante
Pero para otros el panorama es más alarmante. En estos momentos, la preocupación de algunos científicos es que se rompa en pequeños pedazos convirtiéndose en un peligro para los buques de la zona. También existe el pavor a que colisione contra la extensión C de la Barrera de hielo de Larsen desencadenando una colosal destrucción. Un suceso ya vivido en la península Antártica con el colapso en la extensión B de la misma barrera en 2002.
La divergencia también se ha comprobado al determinar sus causas. Varios científicos han indicado que, por el momento, no hay indicios que apunten a que su partida sea a causa del calentamiento global. Pero la profesora Nancy Bertler, del Centro de Investigación Antártida de la Universidad Victoria de Wellington, no avala dicho argumento. En su opinión, el cambio climático y el agujero de la capa de ozono son los responsables directos de la ruptura de “numerosos icebergs” en la región.