El huracán María se ha convertido, de manera súbita, en un aterrador monstruo ciclónico con fuerza 5 que amenaza con machacar el Caribe siguiendo la estela destructora de Irma.
El lunes por la mañana su potencia subió a fuerza 3, por la tarde a 4 y al anochecer a 5 —nivel máximo, peligro extremo— con vientos sostenidos de 257 kilómetros por hora, rachas de 300 y capacidad para dejar enormes inundaciones por lluvia y desencadenar marejadas ciclónicas.
El lunes por la noche María ha empezado a golpear comenzando por la isla de Dominica, una de las Antillas menores. Tras su paso por Dominica, María ha perdido algo de fuerza y ha bajado a 4 pero poco después ha vuelto a subir a 5 con vientos de hasta 260 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de EE UU.
Su pronóstico es que este nuevo buldózer meteorológico se vaya adentrando en la región este martes por el archipiélago del este del Caribe y golpee el miércoles a Islas Vírgenes y Puerto Rico.
Las proyecciones de la ruta de María indican por el momento que no impactará contra la península de Florida ni contra el resto de la costa Este de EE UU, pero su trayectoría podría variar. En Cuba podría verse afectado indirectamente el extremo oriente del país pero no el centro ni el occidente. Los cayos cubanos, detrozados por el viento, y La Habana, que padeció inundaciones históricas, estarían según los pronósticos provisionales fuera del camino apisonador de María.
Los primeros detalles sobre el latigazo de María a Dominica (73.000 habitantes) hablan de vientos descomunales, inundaciones y una situación tal de exposición a los elementos que el propio primer ministro de la isla, Roosevelt Skerrit, ha tenido que ser rescatado de su casa porque su techo salió volando. Mientras estaba en su hogar soportando el ciclón, escribió en Facebook: “Estoy a merced del huracán. La casa se está inundando. Todo lo que oímos es el sonido de los tejados de metal volando. El sonido de la furia del viento, y rezamos por que termine”.
El gobernador puertorriqueño, Ricardo Rosselló, declaró este lunes por la mañana el estado de emergencia. El mandatario ha dicho que este nuevo ciclón será “más devastador que Irma” para su territorio. “Nunca antes ha ocurrido un evento como este”, ha añadido. “María puede ser el peor en un siglo en la isla, peor incluso que el huracán San Felipe, de 1928”.
Irma pasó a unos 80 kilómetros de la costa de Puerto Rico y aún así su coletazo desde lejos dejó al menos tres muertos y a un millón de boricuas sin electricidad. María, que tiene menos tamaño que Irma pero similar intensidad, parece que lo golpeará directamente. La isla, de tres millones y medio de habitantes, prevé abrir 450 refugios con capacidad para 62.000 personas –o el doble en caso de extrema necesidad, según han precisado autoridades puertorriqueñas–.
“Todo Puerto Rico va a sentir condiciones huracanadas”, ha advertido Rosselló, que ha dado orden de iniciar ya la evacuación de las zonas costeras más expuestas. “Tienen que empezar los desalojos desde ya”, ha urgido el gobernador. El huracán podría traer inundaciones por lluvias de medio metro de alto y ser más dañino que otros que impactaron fuerte en la isla como Hugo en 1989 o George en 1998. Tras el reguero de destrozos y pérdidas ocasionados por Irma, María asoma como un posible golpe fatal a un país sumido en la mayor crisis de su historia con 120.000 millones de dólares de deuda. La semana pasada el gobernador Rosselló avanzó que antes de que termine septiembre podría visitar la isla (Estado Libre Asociado a EE UU) el presidente Donald Trump.
“La tormenta podría ser catastrófica para nuestra isla”, ha dicho a Associated Press Ernesto Morales, del Servicio Meteorológico de Puero Rico, que afirma que María afectará a “todo el país”.
Antes que a Puerto Rico le tocará a Islas Vírgenes británicas y americanas. De las de EE UU ha sacado este martes en un vuelo privado la Universidad de Miami a 72 personas entre profesores, alumnos y administrativos de un centro universitario.
Otro tormento para las Antillas menores
El resto de islas del Caribe, devastadas por Irma a principios de septiembre, también se prepara para la llegada de María, que amenaza primero a Dominica, a las islas francesas de Guadalupe y Martinica, a Saint Kitts y Nevis y a Montserrat (Reino Unido).
El Centro Nacional de Huracanes ha afirmado que María podría producir “una peligrosa tormenta y olas grandes y destructivas” que elevarían los niveles del mar en 1,2 a 1,8 metros cuando pase por las islas de Sotavento. Además ha pronosticado inundaciones por lluvia de hasta 51 centímetros en dichas islas, en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes el miércoles por la noche.
Un comunicado del servicio de meteorología francés Météo France advierte de que las olas provocadas por el huracán María pueden llegar hasta 10 metros y pronostica que sus lluvias serán torrenciales. “La amenaza debe ser tomada muy en serio”, alerta la agencia francesa.
La alerta de huracán también incluye a la isla de Martinica, Antigua y Barbuda, Saba y San Eustaquio y Santa Lucía. Barbuda fue diezmada por el huracán Irma el 5 y 6 de septiembre. Fue la primera isla del Caribe en recibir a ese ciclón de categoría cinco. Alrededor de 40 personas murieron al paso de Irma por el Caribe antes de golpear Florida, donde murieron al menos 20 personas más.
Un segundo huracán, José, también está activo en el Atlántico y ha motivado alertas de tormenta tropical en el noreste de Estados Unidos.
(Fuente: EL PAís – España)