Los costosos hospitales móviles aún no entran en operaciones a más de dos meses de haber llegado a Honduras denunciaron médicos e infectólogos en un momento que aumentan los contagios por COVID-19 y riesgos de un rebrote.
Invest-H adquirió siete hospitales móviles en Turquía, por 47 millones de dólares (L1,150 millones), dos de estos, llegaron a Puerto Cortés el 10 de julio, uno para operar en Tegucigalpa y otro en San Pedro Sula, cerca del Hospital Mario Catarino Rivas.
El infectólogo Tito Alvarado sospechó que ocurre una nueva anormalidad debido a que a este tiempo las estructuras deberían estar funcionando para beneficio de la población que demanda de atención.
Por su parte, la doctora del Instituto Nacional del Tórax, alertó que el ingreso de casos se ha elevado en los últimos días, entre limitaciones de camas para atender a tres tipos de pacientes con COVID-19.
“No sabemos cuando va a empezar a funcionar o quienes van a manejar ese hospital móvil”, agregó la profesional de la medicina.
En un inicio se aseguraba que estos módulos iban a funcionar a mediados de agosto, en especial el que se ubica un predio habilitado entre el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Instituto Nacional del Tórax.
Un informe del Consejo Nacional Anticorrupción presentó hallazgos que ponen en evidencia la falta de planificación en la gestión y administración de fondos por parte de Invest-H.
El Estado de Honduras erogó 15 millones 900 mil dólares, pero que el costo real de mercado, según la factura del proveedor/fabricante es por 5 millones de dólares; eso representa un 31 por ciento del total pagado por Invest-H, denunció el CNA.
Mientras, por la compra de siete hospitales se erogaron 47 millones 462 mil 500 dólares. Los cinco hospitales móviles pendientes estarían llegando a Honduras la última semana de septiembre, insiste la comisión interventora de Invest-H.