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La Unidad Estabilizadora Municipal de la alcaldía sampedrana registró esta semana (entre el lunes 13 y el sábado 18 de julio) un total de 33 altas médicas, elevando la cifra general, desde su habilitación, a 312.
En ese mismo período de tiempo, la sala también contabilizó el ingreso de 43 nuevos pacientes que fueron remitidos de los hospitales Leonardo Martínez y Mario Catarino Rivas. La cantidad total de atenciones llegó a 388.
Los hondureños recuperados fueron despedidos con aplausos por parte del equipo médico, y recibidos con mucha emotividad por familiares y amigos.
Alexander García esperó emocionado la salida de su mamá, María del Carmen García, quien permaneció dos semanas bajo tratamiento.
“Le doy la honra y la gloria a Dios porque sin él no somos nada. Y agradecer al personal médico de aquí (la Unidad) porque mi madre nos habló que la estaban atendiendo bien. Gracias a Dios que les dio esa sabiduría para actuar rápido. En otros lados no se está haciendo esto, y que se tendría que tomar acciones para que no siga glorificándose el enemigo. Gracias a esto están saliendo un montón de recuperados”, dijo Alexander García.
“Dios va a bendecir a todos los que trabajan en esta Unidad. Dios es el único que recompensa”, manifestó a su salida la paciente María Elda Canelas. A ella la recibió su único hijo, Merlyn Rivera, quien no pudo contener el llanto al verla después de dos semanas hospitalizada.
“Gracias a los doctores que nos han apoyado mucho. Y gracias porque, anticipadamente a este periodo de enfermedad, tenemos este lugar donde los doctores están dispuestos a trabajar para recuperar a los enfermos”, comentó el joven Merlyn Rivera.
Blanca González también regresó a casa recuperada, y en medio de su alegría agradeció a Dios por sacarla de la enfermedad. “Doy gracias a los médicos, que son excelentes, están pendientes de los medicamentos. Que Dios los guarde y los proteja siempre”, dijo.
Con lágrimas de emoción, la vecina Ana Sevilla también se marchó de la Unidad Estabilizadora Municipal llena de gratitud con el personal.
La hija de esta paciente, Elisa Pineda, afirmó que confiaron la salud de su mamá a Dios, y también a los médicos que la cuidaron.
“Les agradezco, y espero que sigan trabajando lo mejor que puedan. Sé que lo hacen de corazón. Nadie está dispuesto a poner su carne en esta situación tan difícil, que nadie cree hasta que lo vive”, reflexionó.
Otro paciente que recibió el alta médica esta semana, Reynaldo Medina, agradeció al alcalde Armando Calidonio, por habilitar en el Gimnasio Municipal la Unidad Estabilizadora Municipal.
“Gracias señor alcalde por esa decisión, se lo agradecemos de todo corazón los que salimos de esta situación”, repitió el paciente, quien estuvo 21 días hospitalizado.
Mirza Pineda llegó a la Unidad Estabilizadora Municipal para recibir a su vecino, Bertín Vásquez. “Damos gracias a todo el equipo de médicos porque él (paciente) ya está bien. Nosotros sólo somos vecinos, pero estamos siempre pendientes de lo que pueda necesitar. Es un vecino muy solidario con las personas que necesitan un favor de él. Somos agradecidos, él vive solo y le tenemos un gran aprecio”, manifestó la joven.
Juan Ramón Espinoza, pastor de un ministerio evangélico, también recibió esta semana el alta médica y antes de partir de la Unidad oró por la salud del personal médico y de los pacientes que siguen hospitalizados.
“Le digo a los que aún siguen adentro de la sala, que crean en su corazón que Dios los va a levantar también”, manifestó.
Ana Barahona, otra paciente que regresó a casa recuperada, bendijo al personal de la Unidad, por la atención con excelencia que le brindaron. “Se han esmerado para que yo sobreviva. Han sido especiales y son especiales con cada uno de los que estamos aquí”, señaló.
Carmen Suazo, médico de la Unidad Estabilizadora Municipal, informó que durante la semana, 33 hondureños recibieron el alta médica, por lo que la cifra total aumentó a 312.
Mientras que los 43 ingresos contabilizados entre el lunes y sábado, elevó la cantidad de atenciones a 388.
La doctora explicó que algunos pacientes han permanecido más tiempo que otros en recuperación, por otras enfermedades de base que presentaban, como diabetes e hipertensión arterial, y por las cuales sufrieron descompensaciones recurrentes que también fue necesario estabilizar.
Suazo resaltó que dentro de la sala los pacientes son atendidos con calidad y calidez, y cada salida de una persona recuperada es sinónimo de alegría, satisfacción y motivación para todo el personal de la Unidad.
