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TEGUCIGALPA. Honduras vive un Viernes Santo diferente y de la mano de la tecnología por las medidas preventivas para evitar la propagación del COVID-19.
La Iglesia Católica realiza un Viacrucis móvil que recorre las principales calles y avenidas de la capital hondureña como una medida para atender las recomendaciones emanadas por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia.
Para tal fin, en el circuito de parroquias que se localizan en el centro histórico de Tegucigalpa y en la ciudad gemela de Comayagüela, se han instalado altares que sirven como las 14 estaciones del Viacrucis.
Inédita procesión
La inédita procesión es encabezada por dos vehículos pick-up donde se carga la imagen de Jesucristo cargando la cruz y en otro de los autos la imagen de la virgen María le sigue.
La liturgia es encabezada por el canciller de la Iglesia Católica, padre Carlo Magno Núñez acompañado de otros miembros del clero del arzobispado de Tegucigalpa.
Los mensajes en las 14 estaciones que comprende el Viacrucis se centra este Viernes Santo en la situación que abate al mundo por la pandemia del coronavirus que ha contagiado a más de un millón 600 mil personas y ha cobrado la vida de más de 97 mil personas en el planeta.
Los clérigos han pedido por la sanación de los enfermos por el COVID-19 y por sus familiares, muchos de los cuales han pasado por el dolor de no poder ni siquiera despedirse de sus seres queridos que han sido víctimas del nuevo coronavirus.
La procesión del Viacrucis que nace del deseo de recorrer espiritualmente junto a Jesús el camino que lo llevó desde el pretorio de Pilatos hasta el Sepulcro. se movilizó hasta la iglesia El Calvario de Comayagüela, donde se celebró la séptima estación donde Cristo cae por segunda vez.
