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Luego de cinco años de negociación, Honduras firmó un Acuerdo Voluntario de Asociación (AVA) con la Unión Europea (UE), el pasado 14 de junio. Este acuerdo permitirá al país exportar su madera legal y otros productos relacionados a los 28 países de la UE y supondrá un incentivo económico significativo para el país, lo que se traducirá en fuentes de empleo y al mismo tiempo en la conservación y manejo sostenible de su riqueza boscosa.
El Instituto de Conservación Forestal (ICF) fue uno de los principales impulsores de este acuerdo, debido al alto perfil político que le dio al AVA a nivel nacional y sectorial. El ICF ha destinado sus recursos humanos, financieros y de logística para que todos los procesos se hagan con prontitud y de forma inclusiva y participativa.
Honduras posee una gran diversidad de ecosistemas, especies y material genético. Según datos del Anuario Forestal de Honduras 2015, el 48% de su territorio está cubierto por bosques. Es además uno de los principales países productores y exportadores de madera en América Latina, y su mercado local es igualmente importante. Un reciente estudio realizado por la Fundación Hondureña de Ambiente y Desarrollo Vida estimó que este rubro genera USD 250 millones anuales con 30 mil empleos directos y cerca de 20 mil empleos indirectos.
Por su parte, la Unión Europea (UE) representa un mercado anual de 510 millones de consumidores de productos de madera. En busca de garantizar que sus consumidores adquieran productos de madera de origen legal y sostenible, la UE ha desarrollado un conjunto de políticas para mejorar la aplicación de las leyes, fortalecer la gobernanza y comercio de madera en el sector forestal en respuesta al problema mundial de la tala y el comercio de productos madereros ilegales (FLEGT, por sus siglas en inglés).
En Honduras, el plan FLEGT se implementa a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). De esta manera se estableció el Programa FAO-UE FLEGT que es financiado por la UE, los Gobiernos de Suecia, Reino Unido y la FAO. El apoyo de este programa a Honduras se ha traducido en apoyo técnico y financiero para la implementación del Plan de Acción FLEGT, incluyendo la negociación e implementación del AVA.
“Honduras es un país pionero en América Latina en negociar un AVA con la UE, y en ese proceso, ha buscado propiciar la participación plena y efectiva de todos los actores todos los actores de la cadena de valor forestal, a través del Comité Técnico compuesto por el sector público, privado, sociedad civil y y pueblos indígenas. Esto ha generado mucha confianza en el proceso entre los actores interesados relevantes”, señaló Tito Díaz, Coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica.
Desde 2013 a la fecha se han llevado a cabo seis rondas de negociación entre Honduras y la UE. Estas negociaciones han permitido revisar el marco legal forestal y articular las políticas e instrumentos de planificación a fin de generar mayor coordinación entre las instituciones con competencias directas y complementarias en materia forestal.
EL CAMINO PARA GENERAR NEGOCIOS FORESTALES RESPONSABLES
Entre los principales aportes del programa FAO-EU FLEGT al proceso AVA de Honduras resalta una propuesta de Política Pública para la compra preferencial de productos y subproductos forestales con organizaciones, asociaciones forestales y, municipalidades. Igualmente, se apoyó al ICF a nivel nacional, en la formación de los técnicos y equipamiento para la implementación del sistema de rastreabilidad de la madera para el control de la trazabilidad de los productos forestales.
Paralelamente, se han fortalecido las Plataformas de Gobernanza Ambiental para fomentar la incidencia participativa y su rol en el marco de la implementación del AVA. Fue indispensable la creación de capacidades técnicas, a través de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON) y del ICF, a las municipalidades para el manejo forestal sostenible y procesos de regularización de tierras ejidales en el Departamento de El Paraíso.
Se han desarrollado capacidades operativas y técnicas, a los entes Operadores de Justicia en el marco de la implementación del AVA y a las comunidades agroforestales, a través del Sistema Informático de Rastreabilidad de la Madera (SIRMA).
Fue importante el apoyo a los diálogos entre los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes para el empoderamiento y su rol de participación en el AVA. De igual forma se fortaleció a las organizaciones y a 365 miembros de asociaciones de pequeños y medianos propietarios de bosque. Se produjo una guía práctica para propietarios de bosque privado.
