A bordo viajaban 17 personas, de las cuales 12 han sido confirmadas como muertas, 5 sobrevivieron con heridas y una persona sigue desaparecida, según el último informe oficial.
El vuelo 18, con destino a La Ceiba, había despegado a las 18:06 (hora local) y, por causas aún no determinadas, perdió altura y terminó cayendo al mar a unos 200 metros de la costa.
El Cuerpo de Bomberos, con la colaboración de dos pescadores locales, logró rescatar a los heridos y recuperar los cuerpos de los fallecidos. Los heridos fueron trasladados al Hospital de Roatán y luego, algunos fueron enviados a San Pedro Sula para recibir atención especializada.
El avión, que transportaba 15 pasajeros y 2 pilotos, se desplomó a una profundidad de más de 150 pies. Los rescatistas, compuestos por 9 buzos, continúan las labores de recuperación de los restos de la aeronave.
La Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) ha activado la Comisión de Búsqueda y Salvamento (SAR) y la Comisión Investigadora de Accidentes para determinar las causas del trágico suceso.
Entre las víctimas mortales se encuentra el reconocido artista nacional Aurelio Martínez, embajador de la música garífuna, quien viajaba a bordo del avión. Los pasajeros eran un grupo diverso, integrado por 6 hombres, 11 mujeres, de las cuales 2 eran menores de edad.
Prioridad en la respuesta a emergencias:
Este accidente pone de manifiesto la falta de preparación en Honduras en términos de tecnología y equipo adecuado para enfrentar este tipo de emergencias.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate, la falta de infraestructura y herramientas especializadas subraya la necesidad urgente de mejorar las capacidades de respuesta ante tragedias de esta magnitud.