(Sputnik) — La Secretaría de Salud de Honduras carece de cadenas de frío para almacenar las vacunas de las firmas estadounidenses Moderna y Pfizer contra COVID-19, por lo que deberá prescindir de su importación, publicó el diario La Prensa.
“La Secretaría de Salud solo cuenta con el sistema de refrigeración de entre -2 y -8 grados centígrados, y las autoridades establecieron que no se puede invertir en una cadena de frío para adquirir esas vacunas porque atrasaría la introducción de otra vacuna al país, por lo que se ha tomado la decisión que las vacunas que va adquirir Honduras sean las que requerirán refrigeración, no de ultra frío ni de congelación, sino una que podemos conservar y refrigerar”, dijo a ese medio la directora del Programa Amplio de Inmunización (PAI), Ida Berenice Molina.
La vacuna de Pfizer que ya está siendo aplicada en varios países, requiere una temperatura de -70 grados centígrados para su almacenamiento, mientras la de Moderna a punto den ser aprobada, necesita conservarse a -20 grados.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) negocia con ambas farmacéuticas a fin de adquirir las vacunas para Latinoamérica mediante el mecanismo Covax (iniciativa público-privada para promover el acceso a las vacunas contra el COVID-19 de manera equitativa en el mundo), al cual Honduras pertenece.
A través de Covax el país recibirá 1,9 millones de dosis en concepto de donación y una cantidad similar será comprada mediante el fondo rotatorio de la OPS.
Pero sus limitaciones de almacenamiento solo le permitirán adquirir fármacos contra la pandemia como el producido por la empresa global AstraZeneca, con sede en el Reino Unido, y la rusa Sputnik V, que clasifican entre sus límites de refrigeración.
Sin embargo, varios expertos explicaron al medio que el Gobierno hondureño podría subcontratar el servicio de almacenaje de los fármacos a empresas y laboratorios privados que sí cuentan con capacidad para bajar la temperatura hasta los menos 70 grados centígrados.