Cada 3 de febrero, centenares de hondureños y feligreses internacionales llegan a la capital hondureña está vez para ser parte del 277 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa.
Los feligreses han venido desde distintas partes del territorio nacional para ser de las celebraciones religiosas que comenzaron desde a noche con la alborada.
Con diferentes eventos artísticos los devotos llegan a las eucaristías, que recorren largas distancias y esperan su turno para pasar frente a la imagen sagrada
Considerada la Santa Patrona de Honduras, la Virgen de Suyapa, es una imagen venerada y celebrada en todo el país. Su devoción es profunda en la cultura hondureña y su historia ha marcado la vida de los fieles creyentes.
277 años de fe
Retrocediendo 277 años atrás, más de dos siglos, en 1747, la Virgen de Suyapa fue encontrada el campesino Alejo Benítez.
La historia relata que Benítez estaba cruzando el río Guacerique en las afueras de Tegucigalpa, cuando la corriente se volvió peligrosa y la pequeña imagen de la Virgen María que llevaba consigo cayó al agua.
Luego de horas de búsqueda, Alejo encontró la imagen flotando en la superficie del río. El hallazgo fue considerado un milagro, y desde entonces la imagen de la Virgen de Suyapa se convirtió en un objeto de devoción y peregrinación.
“Todo el pueblo hondureño está de fiesta, ya que la Virgen de Suyapa es madre de todos los hondureños y como madre acoge a todos sus hijos, en este recinto, porque es la casa de la madre, es una basílica de puertas abiertas, para todos los que vienen a visitar a la Morenita de Suyapa”, dijeron los organizadores.