Todo está previsto para que Honduras dé el gran salto a la agricultura de última generación, a fin de superar los problemas generados por el cambio climático y la caída en el precio de algunos productos a nivel internacional.
Y es que la agricultura semitecnificada se está viendo afectada por los abruptos cambios climáticos e inviernos atípicos que se registran en el país y la región desde hace años.
A esto se suman las plagas y enfermedades que impiden producir con las tres “C” que piden los mercados locales e internacionales: calidad, cantidad y constancia.
El país, a través del Programa Nacional de Desarrollo Económico Honduras 2020, apostó desde 2016 por potenciar todos los sectores productivos, alcanzando victorias tempranas importantes.
Sin embargo, en los últimos años se han presentado nuevos desafíos que deben ser enfrentados por los países con mucha creatividad, programas financieros inclusivos y nuevas técnicas de cultivo a través de asistencia especializada.
El objetivo del Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández se resume en dos ejes: la promoción de las inversiones y la generación de empleo.
Ventajas competitivas
Honduras tiene enormes ventajas para potenciar el agro, entre ellas la posición estratégica en el trópico, más de 12 horas de luz solar, acceso a los dos océanos, modernos puertos con terminales de granel y distancias para llegar en dos horas (por vía aérea) al principal mercado de consumo (Estados Unidos).
De estas ventajas se puede obtener un mayor beneficio si se aprovecha el gran momento del agro para dejar atrás la agricultura tradicional y los sistemas convencionales de siembra.
En ese sentido, en los últimos cinco años ya el país ha avanzado en nuevos esquemas de financiación para el agro, construcción de sistemas de riego a gran escala y asistencia técnica de primer mundo.
“Es hora de producir nuestros propios alimentos y este es el gran momento que debemos aprovechar para ser líderes en la región”, subrayaron expertos.
Cosechadoras de agua
Las cosechadoras de agua han permitido a los grupos de productores obtener entre tres y cinco ciclos de cosecha por año, ayudando así a mejorar los ingresos y reducir la migración irregular.
Para que sean más eficientes, las cosechadoras deben ser parte integral de toda la cadena productiva, es decir, cuidar el afluente, garantizar el suministro a la laguna, tecnificar el sistema de riego y mejorar los cultivos, garantizar un mercado seguro y finalmente llevar alimentos de calidad y al menor precio a la mesa de cada hondureño.
La estrategia del presidente Hernández avanza en esta ruta y con ese fin viaja a España, a fin de traer la experiencia de Almería en la producción de alimentos con técnicas de primer mundo.
Toda esta experiencia, más la obtenida de la asistencia con el Estado de Israel, pondrán a Honduras a la vanguardia de los cultivos inteligentes y sostenibles.
Cabe destacar que ya hay 3000 hectáreas instaladas y funcionando de pequeños productores con alianza por Corredor Seco.
El Gobierno del presidente Hernández desde hace cuatro años se sumó como cooperante con 400 millones aportados por fondos Firsa.
Precios justos para el café
Durante la gira de trabajo también se dialogará con los grandes importadores de café del mundo para pedir un trato preferencial para Honduras.
Se aprovecharán los encuentros con grandes compradores de café para pedir precios justos.
En la actualidad el quintal de café se cotiza entre 95 y 105 dólares, cifra muy inferior a los más de 140 dólares que se han pagado en cosechas anteriores.
El café es vital para la economía ya que representa más de 5% del PIB nacional y más del 30% del PIB agrícola.
Este rubro genera divisas por más de 1.000 millones de dólares y genera más de un millón de empleos rurales.
Además, 100.000 familias viven del grano, siendo atendidas a través de financiamientos blandos para ayudarles a superar la crisis de precios bajos.
El gran exportador
Y es que, sin lugar a dudas, la agricultura es uno de los rubros más importantes de Honduras, ya que el país es un exportador neto de alimentos.
El país posee unos 2.7 millones de hectáreas de tierra cultivables (4 millones de manzanas) es decir, 24% de la superficie terrestre a nivel nacional es propicio para el agro.
No obstante, en los últimos años, pese a los esfuerzos realizados por el Gobierno y la empresa privada, las exportaciones hondureñas se han visto superadas por las importaciones, salvo en algunas excepciones.
Datos oficiales establecen que en 2014 y 2015 las exportaciones de hortalizas (tomates, papa, repollo, zanahoria, entre otros, superaron los 70 millones de dólares.
Esta cifra duplicó las exportaciones del año 2005, cuando rondaban los 36 millones de dólares.
En el caso de las importaciones de hortalizas, en el año 2005 eran de 12 millones de dólares y para los años 2014 y 2015 ascendieron a unos 30 millones de dólares.
En ese sentido, el Gobierno trabaja en un plan para revertir este volumen de importaciones, producir el 100% de lo que de consume y generar excedentes para la exportación.
Las exportaciones de legumbres y hortalizas como tomates, chiles picantes, calabazas, pepinos y calabazas, dejaron en divisas unos 100 millones de dólares.
Lo anterior ubica a Honduras como el principal exportador en esos rubros de Centroamérica.
Mientras tanto, en el 2018, se autorizó la importación de unos 8 millones de quintales de granos básicos.
En el caso de los productos frescos (frutas como sandía, melón, piña, fresas, entre otros) las importaciones ascendieron a 38.6 millones de dólares en 2017 y 41.6 millones de dólares en 2018.
De manera que, de concretarse las proyecciones, en breve Honduras dará el gran salto a la agricultura de última generación y resurgirá como el granero de Centroamérica.