El empleo abusivo de las armas de fuego, en Honduras, dejó como saldo un promedio de 13 víctimas diarias o una persona muerta cada 115 minutos, según un recuento realizado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), entre los años 2007 y el 2016.
Según el ente estatal de derechos humanos, las armas de fuego se han convertido, en los últimos años, en instrumentos de muerte que tiñen de rojo el territorio nacional y a diario dejan luto y dolor en decenas de familias hondureñas.
Los registros estadísticos identifican las armas de fuego como el principal “instrumento de muerte” en el país, que entre el 2007 y el 2016 (10 años) dejó como saldo cerca de 45,700 personas muertas, que representan alrededor del 80% de los homicidios cometidos en el país durante este periodo, que se estima fue de 56,800.
El pico más alto de muertes por armas de fuego se registró entre el 2011 y el 2012, años en los cuales alrededor de 16 personas perdían la vida diariamente, es decir, una víctima cada 88 minutos.
Víctimas
Sin embargo, la situación cambió en los últimos dos años (2015 y 2016) al registrarse un promedio diario de 11 víctimas, lo que equivale a una persona cada 136 minutos, es decir, que cada 2 horas y 16 minutos se reporta un hecho violento con arma de fuego.
A los datos mencionados se les debe sumar que en los primeros seis meses del 2017, se registraron alrededor de 2000 homicidios de los cuales se estima que el 72% fueron víctimas de las armas de fuego, es decir, 8 diarias o una víctima cada 3 horas.
La mayor parte de las muertes violentas que ocurren en Honduras son causadas por armas como la AK-47, rifles de asalto, ametralladoras, pistolas, revolver, machetes y puñales.
Ante esta problemática, el organismo humanitario urgió revisar y reformar la ley de portación de armas de fuego y crear los mecanismos que permitan controlar las miles de armas ilegales que estarían circulando en el país.
Armas de fuego
En Honduras, los mecanismos para el control de armas y desarme, están contemplados en el Decreto No. 30-2000, publicado en La Gaceta No. 29,236 del 29 de julio del 2000, que contiene la Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Similares.
La Ley de Portación de Armas autoriza que cada ciudadano tenga en su poder hasta cinco armas de fuego comerciales, lo que unido a la gran cantidad de armas ilegales que circulan en el país, se constituye en una de las principales causas de la violencia en Honduras.
Para el control efectivo de las armas, la Secretaría de Seguridad tiene la atribución de organizar el Registro Nacional de Armas, en el cual deberían estar depositadas las evidencias balísticas de todas las armas que circulan en el país.
Informes relativos a la tenencia y portación de armas indican que, en Centro América, estarían circulando alrededor de 3 millones de armas de fuego, de las cuales dos de cada tres serían portadas ilegalmente.
Honduras, es uno de los tres países de la región donde estaría circulando gran parte de ese armamento.
Se estima que en el país hay más de 800 mil armas en poder de diversos sectores de la sociedad, de las cuales más del 80% estarían circulando ilegalmente.
Defensor del pueblo condena uso abusivo de las armas de fuego
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, condenó el empleo abusivo de las armas fuego, que ha dejado como consecuencia más del 80% de las muertes violentas en el país.
El ombudsman hondureño, expresó que la cantidad de muertes violentas que diariamente ocurren en el país son una muestra de que algo grave estamos sufriendo como Estado y como sociedad.
“Nos están privando no solamente del concepto fundamental de esta sociedad y de este Estado, que es proteger la dignidad humana, sino que también del recurso humano que se necesita para transformar el país”, señaló.
En su criterio, es necesario que la familia y la sociedad se involucren en la lucha contra la violencia y la delincuencia en el país.
“Tenemos que reaccionar, simultáneamente, sociedad y gobierno, en un esfuerzo conjunto que venga a fortalecer el Estado social de derecho en Honduras”, puntualizó
Agregó que el Estado de derecho es inconcebible sin el respeto irrestricto de los derechos humanos.
Recordó que si bien la tarea de defender los derechos humanos es una función del Estado, es también un compromiso de la sociedad.