Hasta finales de julio caerían lluvias en Honduras tras el paso de una canícula o veranillo, indicó el director del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), Francisco Argeñal, en respuesta a agricultores que siguen preocupados en el contexto del cultivo de granos básicos.
Por su parte, el agosto se esperan más lluvias promedios en la zona sur y centro y el resto del territorio, parecidas al promedio, de septiembre en casi todo el territorio nacional. “Quizá llueva un poquito menos en la franja central y en octubre esperamos lluvias por arriba del promedio para todo el territorio hondureño”, detalló.
Son pocas las personas que sembraron con las primeras lluvias de abril, ya que se esperaba la presencia de algunos chubascos. “Nosotros esperamos que ya a mitad de julio las lluvias se registren dentro del promedio y la canícula ya haya terminado en varios sitios del país y que tengamos un mes de agosto bastante lluvioso, al igual que septiembre, muy parecido al promedio y octubre arriba del promedio”, reiteró el experto.
Pese a que históricamente la canícula inicia a mediados de junio y termina a mitad de agosto en la zona centro y sur del país, para este año se prevé que ese período estaría terminando a finales de julio a más tardar, por lo que los labriegos podrían comenzar a implementar los planes de siembra.
Aseguró que hay influencia de vientos y humedad para la zona oriental y occidental por lo que estas zonas pueden iniciar la siembra a finales de la semana.
La formación de un fenómeno natural y el ingreso de una vaguada al país afectarán a finales de la semana la zona sur, oriente y occidente del país, por lo que estas lluvias servirán para el inicio de siembra de postrera.
“Los pronósticos de lluvias son de 40 a 60 milímetros producto de la formación del fenómeno, sin embargo en este momento no representan amenazas las lluvias ya que en mayo y lo que va de junio no ha llovido en gran parte del territorio nacional”, concluyó.